La decena de acuerdos firmados entre los presidentes Luis Arce y Luiz Inacio Lula Da Silva procuran en afianzar el vínculo más allá de la habitual venta de gas boliviano a Brasil. Igualmente, las negociaciones contemplan la posibilidad de incrementar el volumen exportado de este combustible.
Durante la visita a Bolivia, el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, participó en el Foro Empresarial, en el que se dieron cita más de 100 empresarios brasileños en Santa Cruz de la Sierra. El encuentro dejó una decena de acuerdos bilaterales firmados entre Bolivia y Brasil, que van desde la exploración en minerales hasta la equidad en atención médica para los ciudadanos de ambos países.
Luego del encuentro, ambos mandatarios coincidieron en que comenzó «una nueva era» en el vínculo entre estas naciones. Y hasta se inventaron un término: «desgasificar» la relación, es decir, incluir otros componentes a la habitual venta de gas boliviano para los polos industriales de Brasil.
«Brasil nunca firmaría algún compromiso con un país en crisis económica. Desde que Bolivia entra al Mercosur [Mercado Común del Sur], comienza la desgasificación, la búsqueda de nuevas alternativas productivas desde la parte energética y agropecuaria», dijo a Sputnik el analista Martín Moreira acerca de los acuerdos bilaterales suscritos.
Destacó que la decena de acuerdos están dirigidos, en su mayoría, «a generar una coyuntura mejor en lo social, para que se beneficien ambos pueblos».
Por ello, dijo, uno de los documentos se dirige a que la atención en salud sea por igual para los ciudadanos de ambos países en el sistema público y gratuito.
Sobre el enfrentamiento conjunto a la trata y tráfico de personas, Moreira consideró que «es una problemática muy seria que se vive en estos países. Recordemos que es el tercer negocio ilícito más grande a nivel mundial».
Otro de los acuerdos refiere a la lucha contra el narcotráfico y contrabando. «Es necesario tratar estos temas esenciales. Sabemos que hay fronteras calientes entre Bolivia y Brasil, sobre todo en San Matías [departamento de Santa Cruz]. Sería muy bueno trabajar seriamente en el tema del narcotráfico para empezar a frenar estas actividades», evaluó Moreira.
‘Desgasificación’ con gas
El analista asegura que «se ha hablado sobre la posibilidad de subir los volúmenes de venta de gas», y menciona que «también se avanza en la exploración conjunta y en inversiones por parte de Petrobras».
Ambos presidentes afirmaron que se prevé construir una planta procesadora de fertilizantes en la frontera compartida.
«Bolivia tiene fertilizantes y Brasil necesita fertilizantes, que consume en 12 millones de toneladas al año. Habrá una fuerte inversión de Brasil, de modo que Bolivia siga fabricando para satisfacer este mercado», comentó Moreira.
Además, Brasil incursionará en la industria del litio, floreciente en la región del salar de Uyuni, departamento de Potosí. Según lo conversado entre Arce y Lula Da Silva, «se va a realizar una inversión para la industrialización del carbonato de litio. Se está procediendo con un diálogo en mesas de trabajo con YLB [a empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos] para trabajar en esta inversión», indicó el experto.
Sumado a ello, se avanzará en la exploración de empresas mineras brasileñas, «en busca de minerales metálicos y no metálicos. El oriente de Bolivia está plagado de tierras raras, entonces va a ser fundamental el apoyo para localizar estos tipos de yacimientos», dijo Moreira.
Y agregó que en este tema «se tendrán que respetar las normas medioambientales, porque en las zonas donde hay tierras raras también hay mucha riqueza natural, mucha biodiversidad».
En cuanto a las incomodidades que sufre la economía por la falta de dólares en Bolivia, Moreira advirtió que, tanto con Brasil como con países del Mercosur, «se podrá comercializar en moneda nativa. Esto es muy positivo para aliviar la presión del dólar».
La clave agropecuaria y energética
Con la llamada «desgasificación», ambos países suman a sus negociaciones los rubros agropecuarios y energéticos «para generar soberanía alimentaria, para generar condiciones de crecimiento, para implementar un manejo correcto de las energías», enumeró Moreira.
En este punto, es fundamental la transferencia de tecnologías agropecuarias brasileñas: «Actualmente, Brasil obtiene 3,5 toneladas de alimentos por cada hectárea que siembra, mientras en Bolivia el rendimiento es de 2 a 2,5 toneladas. Entonces el traspaso de técnicas de cultivo, de semillas, de biotecnologías, van a ser muy útiles en este intercambio».
A la vez, sostuvo que la visita del presidente brasileño brinda «buenas señales a los inversores internacionales, porque se está trabajando por dar mejores condiciones a las inversiones privadas para que vengan a trabajar a Bolivia».
El contexto sudamericano
La cita entre Lula Da Silva y Arce se dio en un contexto especial en la política latinoamericana. Mientras el presidente brasileño recorría la cumbre del Mercosur y visitaba Santa Cruz de la Sierra, en su país se reunían el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) y el mandatario argentino Javier Milei.
«La derecha está ganando mucha fuerza en la región. Tenemos una argentina con Milei, que está trayendo políticas norteamericanas a suelos latinoamericanos», analizó Moreira.
Para el analista, lo más preocupante es la «elevada tolerancia» que el pueblo argentino demostró ante las políticas de shock y ajuste del nuevo presidente. Además, comentó que ese tipo de ideas podrían incentivar a otros gobiernos de la región a encarar medidas igual de radicales.