El consorcio Kalashnikov, que forma parte de la corporación estatal rusa Rostec, informa que ya ha llevado a cabo las primeras pruebas de fuego de sus paneles blindados pensados para la protección de instalaciones de gran importancia, como los depósitos de combustibles y de gas, contra drones y otras amenazas similares.
Se precisa que dichas placas blindadas ofrecen una protección óptima contra las balas y la metralla. En particular, las pruebas han demostrado que estos paneles sostienen los impactos de las balas de calibre 9×19 mm y de los fragmentos de una granada F-1 detonada a una distancia de medio metro.
Los paneles están hechos de una combinación de distintos materiales y garantizan una protección de nivel BR3 contra las balas, y C-2 en el caso de la metralla. Este último significa que dicho blindaje puede parar los elementos de impacto de las granadas RGD-5, RGN y RGO. Una placa de un metro cuadrado pesa menos de 30 kilos.