Estados Unidos comenzó a planear el ingreso de Ucrania a la OTAN hace 30 años

Archivos estadounidenses recientemente desclasificados muestran que Washington no iba a cumplir su promesa hecha a Rusia de no ampliar la Alianza Atlántica hacia el este y esperaba que Putin se mostrara más complaciente al respecto que la Administración anterior.

A pesar de las promesas hechas por Washington a Moscú de no expandir la OTAN hacia las fronteras rusas, las autoridades estadounidenses ya en 1994 empezaron a planear en secreto el ingreso de Ucrania en el bloque militar para no dejarla en una «zona gris o esfera de influencia rusa», según unos documentos recientemente desclasificados por el Archivo de Seguridad Nacional de EE.UU.

Afirmaciones sobre la no ampliación de la OTAN

Entre los documentos recientemente desclasificados figura el desarrollo de las relaciones entre Rusia y el bloque militar en la década de 1990. Así, según uno de los archivos, en una reunión de dirigentes de la OTAN con una delegación del Sóviet Supremo de la República Socialista Federativa Soviética Rusa (RSFSR) en junio de 1991, el entonces secretario general de la OTAN, Manfred Woerner, aseguró que no habría ampliación de la OTAN. Al afirmar que tanto él como el Consejo de la OTAN se oponen a este tipo de actividades, subrayó que «13 de los 16 miembros […] comparten esta opinión».

Además, dos meses después del colapso de la Unión Soviética en diciembre de 1991, Woerner se reunió en Rusia con el último presidente del Sóviet Supremo, Ruslán Jasbulátov, para discutir el futuro de la seguridad europea y la cooperación entre la Alianza Atlántica y Moscú. Durante las conversaciones señaló el profundo interés de la OTAN en ayudar a Rusia a «prosperar».

«Debe mantenerse la posibilidad de que Ucrania ingrese a la OTAN»

A pesar de estas afirmaciones, EE.UU. no abandonó los planes de expansión de la OTAN. Un documento de octubre de 1993 basado en memorandos del entonces asesor de Seguridad Nacional, Anthony Lake, describe un debate político entre los partidarios de una rápida expansión y los que están a favor de una política más moderada.

Como resultado de las discusiones, el Comité de Dirección del Consejo de Seguridad Nacional alcanzó un compromiso según el cual la OTAN seguiría expandiéndose, aunque no se especificaba cómo ni cuándo, y también detallaba que se establecería la Asociación para la Paz, destinada a reforzar las relaciones de la Alianza Atlántica con otros Estados europeos y las antiguas repúblicas soviéticas.

El entonces presidente ruso, Borís Yeltsin, elogió la iniciativa de la asociación, ya que la veía como una alternativa a la expansión del bloque militar. Washington, sin embargo, la veía como un paso previo a la ampliación. Así, otro documento del Consejo de Seguridad Nacional titulado ‘Avanzar hacia la expansión de la OTAN’ muestra que casi un año después, las opiniones de los partidarios de la expansión de la OTAN prevalecieron en la política exterior estadounidense.

El documento, que se basa en las opiniones del consejo sobre la táctica del Gobierno estadounidense al respecto, incluye objetivos como:

  • «A medio plazo, una OTAN ampliada, que incluya a los principales países de Europa Central y Oriental que cumplan nuestros principios, con la perspectiva de ampliarla a los no admitidos en el primer tramo».
  • «Debe mantenerse la posibilidad de que Ucrania y los Estados bálticos ingresen a la OTAN; no debemos enviarlos a una zona gris o a una esfera de influencia rusa«.

Esperanzas de que Putin sea más complaciente que Yeltsin

Asimismo, los documentos desclasificados incluyen un resumen de una reunión entre el entonces subsecretario de Estado de EE.UU., Strobe Talbott, y el entonces embajador del Reino Unido en la OTAN, David Manning, durante la cual discutieron sus impresiones sobre el nuevo Gobierno ruso tras la elección de Vladímir Putin como presidente.

«Los recientes contactos con dirigentes rusos han dejado a Manning preocupado por el hecho de que siga prevaleciendo demasiado el viejo pensamiento y de que el propio Putin pueda retrasar la colaboración con la nueva Administración estadounidense y la resolución de las cuestiones pendientes», reza el texto.

Al mismo tiempo, Talbott, por su parte, «sugirió que la próxima ronda de ampliación de la OTAN podría ser más fácil» durante el mandato de Putin que bajo la Administración Yeltsin, que durante años ha manifestado su firme oposición a la expansión del bloque militar hacia las fronteras de Rusia.

En su opinión, «mientras que el expresidente ruso veía a la OTAN en términos simbólicos, incluso emocionales, el actual parece pensar más en términos de un concepto duro de las principales amenazas de Rusia, concretamente el extremismo islámico y los chinos».

 

 

 

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