París, 10 julio. El presidente Emmanuel Macron prevé viajar hoy en la mañana a Washington D.C. para una cumbre de la OTAN, en un contexto de crisis política en Francia que genera atención internacional.
Diversos medios aseguran que fuentes del Elíseo confirmaron que el mandatario partirá hacia Estados Unidos, donde estaría unas 48 horas, con el regreso a suelo galo señalado para el viernes.
Los análisis atribuyen el viaje, entre otras razones, a la intención de Macron de tranquilizar a sus aliados, en medio de una situación interna que incluye entre sus hipótesis la crisis de gobernabilidad, tras el resultado de las elecciones legislativas del domingo, las cuales dejaron en la Asamblea Nacional tres bloques principales, todos lejos de la mayoría absoluta.
En las últimas semanas el líder francés ha estado bastante silencioso en materia de política internacional, en un contexto bien adverso para el oficialismo, derrotado en las elecciones europeas del 9 de junio y en las recientes parlamentarias.
Macron se había convertido en la principal voz de la Unión Europea ante el conflicto en Ucrania, llegando a evocar el envío de tropas para apoyar a Kiev en la guerra con Rusia, y también abordaba con frecuencia la situación en el Oriente Próximo y la necesidad de alcanzar la paz entre Israel y la agredida Palestina.
Según el diario Le Figaro, colaboradores cercanos del presidente expresaron su preocupación por la ausencia del país durante 48 horas bajo el escenario imperante.
El lunes, el primer ministro Gabriel Attal presentó su renuncia al mandatario tras los fracasos electorales, pero este le pidió continuar de momento en el cargo para garantizar la estabilidad de la nación.
La izquierda, que consiguió con su bloque Nuevo Frente Popular la mayor cantidad de diputados entre todas las fuerzas presentes en la Asamblea, exige a Macron que nombre a un primer ministro de sus filas, mientras figuras de la derecha lo instan a formar una coalición de ese campo.
Las sesiones en la Asamblea Nacional no comenzarán hasta el 18 de julio, por lo que se considera que hasta entonces existe un margen para negociar y buscar alianzas, en una cámara baja con la correlación de fuerzas repartida.
Una vez que Macron nombre al primer ministro y le encargue formar gobierno, la atención estará centrada en su capacidad de evitar las crisis, considerando que una moción de censura en el Palacio Borbón lo haría caer.