¿La extrema derecha cerca del poder en Francia?

París, 6 julio.  Millones de franceses volverán a las urnas mañana en la segunda ronda de unas elecciones legislativas cruciales para el futuro del país, con la llegada o no al poder de la extrema derecha como cuestión central.

El domingo pasado, en la primera vuelta, apenas se definieron 76 de los 577 escaños a diputados en la Asamblea Nacional, por lo que la batalla está planteada por la mayoría absoluta (al menos 289), que permitiría a su poseedor contar con un primer ministro salido de sus filas.

Las victorias en los comicios europeos del 9 de junio, que llevaron a la disolución por el presidente Emmanuel Macron de la Asamblea Nacional, y en la primera ronda de las legislativas –con un 33 por ciento de los votos- otorga la etiqueta de favorito para el balotaje al partido identificado con la extrema derecha Agrupación Nacional (RN).

La pregunta es si le alcanzarán los sufragios a la fuerza liderada por Marine Le Pen para imponer con Jordan Bardella como primer ministro una incómoda cohabitación política al jefe del Estado, con escasos precedentes desde la instauración de la V República (1958).

Hace una semana la respuesta, avalada por los sondeos, indicaba que sí, pero a solo 24 horas de la apertura de las urnas en 501 circunscripciones las proyecciones parecen alejar a la extrema derecha del co-gobierno, aunque la verdad no se sabrá hasta las 20:00, hora local, del domingo.

¿Qué cambió en tan pocos días?, pues podría decirse que cambió mucho el martes, jornada límite para la inscripción de las candidaturas, cuando alrededor de 220 aspirantes a diputados optaron por retirarse de la liza para despejar el camino a rivales mejor posicionados para derrotar al representante de RN.

El bloque de la izquierda Nuevo Frente Popular, integrado por socialistas, insumisos, ecologistas y comunistas, protagonizó unas 130 retiradas y el oficialista Juntos, encabezado por el gobernante Renacimiento, cerca de 80.

De esta manera, surgió en suelo galo una suerte de campo republicano para intentar detener a la extrema derecha con su programa denunciado por posturas anti-inmigrantes y anti-europeas, aunque una parte importante de los franceses lo asume como solución a problemas que van desde la pérdida de poder adquisitivo hasta la inseguridad.

El nuevo escenario trazado por las encuestas, que en la medianoche del viernes quedaron prohibidas por respeto al silencio electoral y al cierre de las campañas, otorga a RN un máximo de 220-240 diputados en la Asamblea Nacional, lejos de la mayoría absoluta (289).

A juzgar por esos estudios de opinión, el Nuevo Frente Popular sería la segunda fuerza en la cámara baja, sin llegar a los 200 escaños, y el oficialismo quedaría relegado a la tercera, pasando de 250 en la disuelta Asamblea a un máximo de 120-150, en un sombrío panorama para Macron, a quien restan tres años en el Elíseo.

La expectativa está sobre la mesa y seguramente el abstencionismo cederá terreno ante la polarización política, con preguntas bien diferentes a responder, como la gobernabilidad del país, a partir del lunes.

 

 

 

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