MOSCÚ – Kiev utiliza los misiles Atacms no solo para asestar golpes a las tropas rusas, sino también para intimidar a la población, declaró el comandante de las Fuerzas de Defensa Antiaérea y Antimisil de Rusia, el general teniente Andréi Semiónov.
«Esos misiles llevan submunición de racimo y se utilizan no solo para golpear a las tropas, sino también para destruir instalaciones civiles con el objetivo de intimidar a la población rusa», dijo en una rueda de prensa.
Semiónov explicó que los misiles balísticos Atacms, suministrados por EEUU, vuelan hacia el banco a una velocidad alta –más de 3.000 kilómetros por hora– y por una trayectoria balística compleja, haciendo una maniobra antimisil en el tramo final de la trayectoria de vuelo.
Estados Unidos comenzó a suministrar los Atacms a Ucrania en 2023. Fabricados por Lockheed Martin, estos misiles tienen un calibre de 610 milímetros, miden cuatro metros y pesan 1,6 toneladas. La modificación Block 1 tiene un alcance de 165 kilómetros.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania cuyos objetivos, según su presidente, Vladímir Putin, son proteger a la población de «un genocidio por parte del régimen de Kiev» y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
Moscú advirtió en reiteradas ocasiones que la Alianza Atlántica está «jugando con fuego» al suministrar armas a Ucrania, y que los convoyes extranjeros con armas serían «objetivo legítimo» para su ejército nada más cruzar la frontera.
Estados Unidos y la OTAN, según el canciller ruso, Serguéi Lavrov, participan directamente en el conflicto en Ucrania, no solo mediante el suministro de armas, sino también mediante la capacitación de personal en territorio del Reino Unido, Alemania, Italia y otros países.
En total, desde el comienzo de la operación especial han sido destruidos 626 aviones militares ucranianos, 277 helicópteros, 27.197 drones, 537 sistemas de misiles antiaéreos, 16.499 tanques y otros vehículos blindados de combate. Igualmente, según el Ministerio de Defensa ruso, fueron eliminados 1.364 vehículos de sistemas de lanzacohetes múltiples, 11.326 cañones de artillería de campaña y morteros, así como 23.318 vehículos militares especiales.