Decenas de los cazas F-35 más nuevos de Estados Unidos podrían sufrir daños meteorológicos por valor de millones de dólares mientras esperan una modernización tardía de ‘software’ y ‘hardware’, informa ‘Bloomberg’. Aunque todavía no se ha dañado ningún avión, las tormentas de verano podrían cambiar la situación, agrega.
El Pentágono tendrá que correr con todos los posibles gastos de reparación de los aviones dañados por las condiciones meteorológicas que superen los 100.000 dólares por caza de los que es responsable la empresa Lockheed Martin,
indica el diario. A su vez, la compañía planea empezar a entregar este mes desde 75 hasta 110 aviones, cada uno de los cuales cuesta entre 82,5 y 109 millones de dólares, añade.
Los cazas F-35 se encuentran en un aeródromo en la ciudad de Fort Worth, en Texas, a la espera de la modernización de hardware y software, que debía haber finalizado en julio de 2023, señala Bloomberg.
Aunque la oficina del programa F-35 del Pentágono afirma que ninguno de los F-35 estacionados ha sufrido daños hasta el momento, la pista con los cazas corre el riesgo de sufrir por fuertes tormentas de verano con granizo y vientos de hasta 100 kilómetros por hora, precisa.
A finales de junio, Lockheed Martin Aeronautics recibió un contrato de más de 1.500 millones de dólares de la Armada estadounidense para proporcionar más apoyo logístico y formación de pilotos para los F-35 Lightning II Joint Strike Fighters entregados, destacaron desde el Ministerio de Defensa de EEUU.