TOKIO — Han salido a la luz tres nuevos casos de violencia sexual cometidos por militares de Estados Unidos en la prefectura japonesa de Okinawa, informó el secretario general del Gobierno de ese país asiático, Yoshimasa Hayashi. Todos estos delitos «son extremadamente lamentables» y «preocupan profundamente a la población», enfatizó.
Tal y como dijo Hayashi, desde 2023 la región registró cinco delitos de naturaleza sexual que involucraron a soldados estadounidenses y menores.
«De estos, tres casos ocurrieron en febrero de 2023, agosto de 2023 y en enero de 2024. En todos estos casos, ninguno de ellos fue remitido a los tribunales», constató.
A finales de junio salieron a la luz dos casos de abusos sexuales a niñas japonesas por parte de soldados estadounidenses en Okinawa. En ambos casos, las autoridades centrales y el mando estadounidense no informaron de ellos a la prefectura de Okinawa. La prefectura no tuvo conocimiento de los casos hasta después de haber hecho averiguaciones y el primer caso de violación, que afectó a una menor de 16 años, no salió a la luz hasta seis meses después del incidente.
El 24 de diciembre de 2023, el militar estadounidense Brenon Washington, de 25 años, pidió a una niña japonesa en Okinawa que hablaran en un coche porque hacía frío fuera, luego la llevó a casa y la violó, sabiendo que era menor de 16 años.
Los familiares de la chica presentaron una denuncia policial ese mismo día. Tres meses después, la Fiscalía de Okinawa presentó una demanda por secuestro con intención de violación y acto sexual sin consentimiento.
Resultó que el 27 de marzo de ese mismo año, día en que se archivó el caso, el Ministerio de Exteriores japonés protestó ante el embajador de EEUU en Japón, Rahm Emanuel, pero hasta finales de junio el gobierno central no notificó a las autoridades de Okinawa sobre la violación en sí. Esto provocó una ola de indignación en la prefectura más meridional de Japón.
Entonces se supo que en mayo de este año volvió a ocurrir en la prefectura un caso similar: un marine de 21 años intentó estrangular y violar a una joven japonesa, pero no logró su objetivo. Le infligió lesiones a la chica, incluidas heridas en los ojos. El joven intentó huir del lugar, pero fue alcanzado y detenido.
El Gobierno de Japón y el mando estadounidense en ambos casos no avisaron a las autoridades de Okinawa.