El Gobierno británico inició una consulta popular a los ocupantes de la isla. Una empresa israelí se haría cargo de las operaciones, en el territorio cuya soberanía es reclamada por Argentina.
El Reino Unido pretende extraer unos 500 millones de barriles de petróleo de las Islas Malvinas, una acción que, de concretarse, causará controversias con Argentina por el histórico reclamo de soberanía.
El 24 de junio, el Gobierno británico lanzó una consulta popular de impacto ambiental a los ocupantes del territorio, cuyos resultados se conocerán el próximo 5 de agosto.
En caso de aprobarse, la empresa israelí Navitas Petroleum se hará cargo de las tareas de la perforación y exploración en Sea Lion, a más de 200 kilómetros al norte de Puerto Argentino, la capital de las Islas Malvinas.
«Se cree que el campo contiene 1.700 millones de barriles de petróleo, lo que lo hace varias veces más grande que Rosebank, el mayor desarrollo planificado para el propio Mar del Norte del Reino Unido, que se estima que contiene 300 millones de barriles», informó el diario inglés The Telegraph.
Por otra parte, señala el medio británico, la extracción petrolera sería beneficiosa para los habitantes, ya que «dejaría millones de libras en regalías e impuestos aplicados a las ganancias, transformando potencialmente toda la economía de las islas, que actualmente depende de la cría de ovejas y la pesca».
Sin reacciones argentinas
Hasta el momento, el Gobierno de Javier Milei no se ha pronunciado públicamente sobre el tema, aunque la prensa local reflejó este martes las intenciones del Reino Unido. Fuentes de la Cancillería consultadas por La Nación señalaron que el asunto «es objeto de análisis para determinar eventuales acciones diplomáticas correspondientes».
La semana pasada, la canciller argentina, Diana Mondino, reiteró ante la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU) el histórico reclamo de la Argentina por la soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, territorios ubicados dentro de la plataforma marina del país sudamericano.
«Han pasado ya 191 años desde el inicio de la ocupación ilegal de las islas por parte del Reino Unido (…). El tiempo transcurrido no ha disminuido en nada la validez de nuestro reclamo, ni modificado nuestra convicción de que esta prolongada controversia debe solucionarse pacíficamente, a través de negociaciones bilaterales entre mi país y el Reino Unido», sostuvo Mondino.
Sin embargo, la posición del gobierno libertario es algo ambigua. Milei ha manifestado su «admiración» por la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, quien estaba en el cargo cuando se produjo la guerra de Malvinas en 1982.
Cuando el mandatario fue consultado sobre la visita que el canciller británico, David Cameron, realizó a las islas en febrero, Milei contestó que no lo veía como una provocación: «Ese territorio hoy está en manos del Reino Unido. O sea, tiene todo el derecho de hacerlo», dijo y añadió que mantiene un diálogo de «muy alta calidad» con Cameron, para quien la soberanía «no está en discusión».
No obstante, el jefe de Estado argentino también aseguró que quiere recuperar las Islas Malvinas «por la vía diplomática», y que la instalación de una base base naval con EE.UU. en la provincia de Tierra del Fuego, es «el primer paso» para «empezar a pensar» en retomar el territorio.