El gremio que los agrupa convocó a manifestaciones para rechazar la medida y denunció que el plan del Ejecutivo «se parece cada vez más a una dictadura».
El Gobierno argentino notificó durante el fin de semana el despido a 2.305 trabajadores públicos, anunció la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que convocó a manifestaciones para rechazar la decisión. En el inicio de la movilización hubo enfrentamientos con la policía.
«Esto se parece cada vez más a una dictadura. Enfrentamos un plan sistemático para destruir el Estado en el que los nuevos desaparecidos son los trabajadores despedidos y sus familias«, denunció el secretario general del gremio, Rodolfo Aguiar, quien agregó que los afectados «están siendo condenados a una muerte civil«.
Además, afirmó que los despidos «se traducen en una pérdida de derechos para toda la población» y añadió que «si el Gobierno quiere llevar adelante una barrida y limpieza en el Estado, que empiece pasando la escoba por Quinta de Olivos y la Casa Rosada porque ahí es donde está toda la basura». De esta manera le contestó al vocero presidencial, Manuel Adorni, quien el viernes 28 de junio anunció que habría «otra barrida y otra limpieza» en el «universo» de los trabajadores estatales.
La declaración del vocero se sumó a la que el presidente Javier Milei hizo a principios de junio durante su participación en el Latam Economic Forum 2024. «En materia de contrato vamos a terminar echando 75.000 personas, ya llevamos 25.000″, declaró el mandatario.
En paralelo con los despidos, el Gobierno prorrogó la vigencia del decreto que prohíbe a las dependencias estatales «efectuar designaciones ni contrataciones de personal de cualquier naturaleza».
Protestas e incidentes
Ante la nueva ola de ceses, que se suma a la registrada a fines del pasado marzo, Aguiar anunció que debían «multiplicar las protestas para exigir la inmediata reincorporación de los despedidos».
Las manifestaciones comenzaron la mañana de este lunes 1 de julio en las inmediaciones del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, en la provincia de Buenos Aires, y derivaron en algunos choques con la policía que impidió que cortaran el tránsito y detuvo al menos a dos personas.