El presidente estadounidense, Joe Biden, tuvo que ser asistido y guiado fuera del escenario por su esposa Jill tras su debate televisado con su rival republicano, Donald Trump, que tuvo lugar este jueves en la ciudad de Atlanta. La participación de Biden en el cara a cara dejó mucho que desear. En sus respuestas, el mandatario se trabó varias veces al hablar y se quedó paralizado en distintos instantes, con la mirada perdida en el vacío.