La tarifa de energía eléctrica tendrá aumentos de hasta el 30% a partir de julio y el propio Banco Central chileno advierte sobre un fuerte impacto en los precios. En una entrevista con Sputnik, el economista Gonzalo Durán afirmó que el aumento golpeará a los asalariados chilenos, muchos por debajo de los 500 dólares mensuales.
Una suba de las tarifas de energía eléctrica de hasta el 30% a partir de julio podría poner en jaque a millones de familias chilenas, que sufrirán el ajuste de precios que los Gobiernos anteriores habían congelado desde 2019, cuando se evitaron los aumentos en el marco del estallido social de ese año.
La suba, que regirá desde el 1 de julio, había sido confirmada por el Gobierno del presidente Gabriel Boric en mayo, adelantando que sería acorde al consumo, pero que promediaría de un 15% hasta un 30%. Si bien el Gobierno adelantó que instrumentará subsidios para algunas familias, la noticia desató la preocupación por el impacto en la economía de los hogares y la repercusión en los precios en general.
De hecho, el propio Banco Central de Chile advirtió el 19 de junio que la suba de precios de la electricidad provocará que la inflación anual culmine el año en 4,2%, por encima del 3,8% pronosticado a comienzos del 2024. El organismo también corrigió su pronóstico para 2025, augurando que será de 3,8% y no de 3% como preveía.
«Este aumento es de mucho dinero, sobre todo para un servicio básico que no es reemplazable fácilmente, y que se produce en julio, justo cuando comienza el invierno en Chile y muchas familias dependen de la electricidad para calefaccionarse», dijo a Sputnik el economista chileno Gonzalo Durán.
El experto, académico de la Universidad de Chile, subrayó que el incremento puede volverse difícil de afrontar para los hogares en un contexto en el que casi la mitad de los trabajadores gana menos de 500 dólares al mes, mientras que un alquiler puede llegar a los 300 dólares en promedio, 400 dólares en la Región Metropolitana.
Además, el analista recordó que alrededor de 11 millones de chilenos sufren problemas de endeudamiento, según datos relevados por la Fundación SOL, de la que Durán también es investigador.
Durán argumentó que un aumento brusco de las tarifas de electricidad se vuelve un problema al tratarse de «una demanda inelástica, que no cambia cuando se modifica el precio», y recordó que la baja de la temperatura y el aumento de las horas de oscuridad en el invierno austral obligan a muchos chilenos a aumentar su consumo de luz.
Ante este panorama, el Gobierno chileno anunció el 17 de junio un subsidio que cubrirá parte de las tarifas entre julio y diciembre, pero que se hará efectivo en un pago único en octubre, alcanzando al 40% más vulnerable de los hogares. Para Durán, si bien se trata de un «salvavidas» para la situación urgente, el pago fluctuaría entre los 6 y 12 dólares mensuales y no cubriría toda la tarifa de los hogares. Además, dejaría a millones de chilenos fuera del beneficio.
Para el experto, la alternativa debería ser lograr que los trabajadores chilenos puedan hacer frente a las tarifas más altas, a través de mejores salarios y una negociación colectiva con los empleadores.
«La negociación colectiva es la manera en que los trabajadores pueden defenderse del aumento de precios. Sin embargo, esto solo alcanza al 13% de los trabajadores, por lo que casi el 85% de los trabajadores chilenos no van a ver que sus salarios aumenten según la inflación», apuntó Durán.
En esa línea, el economista abogó por que el Gobierno chileno promueva la negociación colectiva en más sectores del mercado laboral para que «los hogares puedan tener una fuerza autónoma para generar esos ingresos» y no tengan que depender de los subsidios estatales.
El experto consideró también que esta decisión debe servir para debatir el papel de las empresas privadas que generan electricidad y el impacto de la privatización de la electricidad dispuesta durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Según datos estimados por el economista a partir de información de la empresa, una de las principales generadoras de electricidad, la multinacional ENEL, «tiene utilidades de 2 millones de dólares diarios y ha tenido una utilidad neta de casi un 99% de 2019 a 2023, ajustado por inflación y a pesar del periodo de congelamiento de las tarifas».
Por ese motivo, el experto sostuvo que las energéticas presionan al Gobierno chileno afirmando que tienen «finanzas estresadas» cuando, incluso sin poder aumentar las tarifas, han registrado buenos resultados.