Ginebra, 20 junio. La nueva financiación en sectores relevantes para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) cayó más de un 10 por ciento en 2023, reveló hoy un organismo de Naciones Unidas.
No solo retrocedieron los flujos de capital vinculados los ODS; en general, la inversión extranjera directa (IED) mundial disminuyó un dos por ciento y quedó estancada en 1,3 billones de dólares, aseguró ONU Comercio y Desarrollo (la antigua Unctad).
Este descenso, razonó la Unctad, está motivado por aumento de las tensiones comerciales y geopolíticas en un contexto de ralentización de la economía global.
En condiciones restrictivas de financiación, en 2023 el número de acuerdos internacionales para respaldar proyectos fundamentales de infraestructura y servicios públicos, como la electricidad y las energías renovables, se redujo en una cuarta parte, alertó.
La reducción del 10 por ciento de la inversión en sectores vinculados a los ODS afectó fundamentalmente a los sistemas agroalimentarios, el suministro de agua y los servicios de saneamiento, precisó la fuente.
Aunque las perspectivas de la IED siguen siendo difíciles en 2024, el estudio afirma que «parece posible un crecimiento modesto para todo el año», al considerar la relajación de las condiciones financieras y los esfuerzos concertados para facilitar la inversión, una característica destacada de las políticas nacionales y los acuerdos internacionales.
Con el impulso mundial para atraer y retener flujos financieros, han proliferado los portales de información en línea y las ventanillas únicas para fomentar un clima propicio para los negocios y la inversión, ilustró.
A juicio de la institución, para los países en desarrollo, la digitalización va más allá de las soluciones técnicas, supone un trampolín para abordar las deficiencias subyacentes en la gobernanza y las instituciones que a menudo obstaculizan los procesos inversionistas.
«La inversión no se refiere únicamente a los flujos de capital, sino también al potencial humano, la protección del medio ambiente y la búsqueda permanente de un mundo más equitativo y sostenible», consideró la secretaria general de ONU Comercio y Desarrollo, Rebeca Grynspan.
De acuerdo con el examen, los flujos de IED hacia los países en desarrollo cayeron el año pasado un siete por ciento, hasta los 867 mil millones de dólares.
Por áreas geográficas, hubo un descenso del ocho por ciento en Asia, de tres puntos porcentuales en África y de uno por ciento América Latina y el Caribe, precisa el documento.
Al mismo tiempo, los flujos hacia las economías desarrolladas se vieron afectados por las transacciones financieras de las empresas multinacionales, en parte debido a los esfuerzos por implantar una tasa impositiva mínima mundial sobre los beneficios de estas corporaciones.
Los flujos hacia la mayor parte de Europa y Norteamérica bajaron un 14 y cinco por ciento, respectivamente, apunta el diagnóstico.