Sobre este tema habló el portavoz de la Presidencia argentina, Manuel Adorni, durante la conferencia de prensa que brindó el 18 de junio. Al ser consultado sobre si ya habían respondido al pedido de las autoridades del país vecino sobre los 143 prófugos, el funcionario expresó: «Hasta la semana pasada, esa información no la habíamos recibido».
Las autoridades brasileñas advirtieron que más de 140 condenados por el intento de golpe de Estado en Brasil del 8 de enero de 2023, días después de la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, podrían estar en Argentina, por lo que pidieron información al Gobierno de Javier Milei sobre su paradero. Hasta el momento no han obtenido respuesta.
Según medios argentinos, los prófugos, seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro, rompieron sus tobilleras electrónicas y cruzaron la frontera rumbo a Argentina y Paraguay. Varios de ellos se instalaron en Buenos Aires y al menos siete presentaron su solicitud ante la Comisión Nacional de Refugiados para conseguir el estatus de refugiados políticos.
En total son 143 los pedidos de informesrealizados por la Embajada de Brasil ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, según publicó Tiempo Argentino. «En 2019 Brasil y Argentina firmaron un acuerdo de extradición. Así que cabe al Supremo Tribunal Federal (STF) hacer este tipo de pedidos. La embajada solo transmite el pedido a la Cancillería», agregó el diario citando fuentes diplomáticas brasileñas.
La búsqueda de los implicados se profundizó tras el lanzamiento de la operación Lesa Patria a comienzos de este mes para detener a más de 200 fugitivos. En total, 49 fueron detenidos por personal de la Policía Federal. Las autoridades creen que varios de los prófugos buscados este jueves «huyeron del país para evitar la aplicación de la ley penal» brasileña.
«No depende de nosotros»
Sobre este tema habló el portavoz de la Presidencia argentina, Manuel Adorni, durante la conferencia de prensa que brindó el 18 de junio. Al ser consultado sobre si ya habían respondido al pedido de las autoridades del país vecino sobre los 143 prófugos, el funcionario expresó: «Hasta la semana pasada, esa información no la habíamos recibido».
El vocero también dijo que si el pedido fue realizado, «se va a cumplir con lo que indique la ley y si son prófugos, en tal caso, tomará intervención Interpol o quien tenga que intervenir para apresarlos y continuar el proceso legal». «No incumplimos la ley, no solo la nuestra, sino que no incumplimos la ley de ningún otro país», agregó.
«El tema de refugiados o de personas que piden asilo no depende de nosotros«, aclaró, reiterando que «cada caso es particular y cada caso se analiza en la comisión correspondiente, que es independiente y funciona de manera independiente». «Hay información que es sensible que no la comunicamos por cuestiones de seguridad», concluyó.
Instalados en Buenos Aires
Dos de las personas que escaparon de Brasil pese a tener condena fueron entrevistados por UOL. Uno de ellos, Luiz Fernandes Venancio, de 50 años, contó que rompió la tobillera electrónica con un cuchillo y tomó un autobús en Sao Paulo para viajar hasta Montevideo, capital de Uruguay. Allí llegó el 18 de marzo y dos días más tarde cruzó la frontera hacia Argentina, donde vive con su esposa.
«Salí de Sao Paulo, bajé a Río Grande del Sur, pasé por Uruguay. Uruguay tiene un costo de vida más alto. Me acordé de un amigo en Córdoba [que me dijo]: ‘Luiz, si quieres emprender, es Argentina'», contó desde la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada.
Además, mostró un documento de la Comisión Nacional de Refugiados que autoriza su permanencia provisoria en el país hasta el 22 de julio y que impide su detención pese a que sobre él pesa una orden de arresto emitida por el juez del STF Alexandre de Moraes.
Por su parte, Marco Antonio Iglesias Simal, de 31, relató que llegó a Argentina el 26 de marzo pasado procedente de Sao Paulo. En Buenos Aires duerme en refugios y almuerza en las iglesias porque no tiene ingresos. «Tenía dinero guardado y ese dinero duró apenas un mes y se acabó», expresó.
Según UOL, Fernandes Venancio e Iglesias Simal fueron denunciados por acampar frente al cuartel del Ejército en Brasilia durante el intento de golpe de enero de 2023, «incitando públicamente a la animadversión de las Fuerzas Armadas contra los Poderes Constitucionales«.