Zelenski, preocupado por una cláusula del acuerdo de seguridad con Estados Unidos

Se trata de un «resquicio legal», el mismo que Donald Trump utilizó para abandonar el acuerdo nuclear con Irán en el 2018.

Aunque Washington y Kiev acaban de firmar un acuerdo bilateral de seguridad para los próximos 10 años, destinado a «reforzar las capacidades fiables de defensa y disuasión de Ucrania a largo plazo» con la ayuda estadounidense, el líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, teme que el pacto «no sobreviva» a los resultados de las elecciones de EE.UU. de este año.

De acuerdo con The New York Times, hay al menos dos puntos que preocupan a las autoridades ucranianas. Primero, el acuerdo no contiene ninguna garantía de financiación, solo el compromiso del Gobierno estadounidense de trabajar con el Congreso para conseguirlo. Esto significa que Kiev y la Casa Blanca podrían enfrentarse a nuevos retrasos de asistencia, debido a problemas con la aprobación en el Congreso, como sucedió con el reciente paquete de ayuda valorado en 60.800 millones de dólares.

Sin embargo, se señala que este no es el mayor problema que preocupa a Zelenski. La letra pequeña del documento incluye una cláusula, según la cual «cualquiera de las partes podrá cancelar el presente acuerdo mediante notificación escrita por vía diplomática«, que «entrará en vigor 6 meses después».

Así, según The NYT, se trata de un «resquicio legal«, el mismo que el expresidente de EE.UU., Donald Trump, utilizó para abandonar el acuerdo nuclear con Irán en el 2018. En este contexto, recordó que Trump ya ha manifestado en repetidas ocasiones que, si vuelve a la Casa Blanca, pondrá fin al conflicto lo antes posible, lo que provoca el temor de que deje al régimen de Kiev sin la ayuda estadounidense.

Poder ilegítimo en Kiev

Además, cabe señalar que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, recordó que el poder ejecutivo en Ucrania es actualmente ilegal, dado que el mandato presidencial de Zelenski expiró el 20 de mayo, por lo que «se plantea la cuestión de la autoridad y la legitimidad de los representantes de la parte ucraniana que firman tales documentos».

Según sus palabras, si más tarde en EE.UU. se lleva a cabo un examen jurídico serio de dicho acuerdo, «sin duda surgirá la pregunta: quién firmó estos documentos y con qué autoridad». «Resultará que todo es un farol: el acuerdo es miserable y toda la construcción se derrumbará», afirmó.

 

 

 

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