El encuentro, que se realiza en la localidad costera de Borgo Egnazia, en el sur de Italia, «representa la reunión de líderes más débil que el grupo haya visto en años», afirma el portal ‘Politico’.
Titulada «6 patos cojos y Giorgia Meloni: conozca la clase 2024 del G7», la nota afirma que en medio de los fuertes avances de partidos críticos de la OTAN y Bruselas en las elecciones del pasado 9 de junio para el Parlamento Europeo, y con varios mandatarios y sus agrupaciones exhibiendo los niveles de aprobación más bajos de sus trayectorias, el encuentro de los líderes del G7 en Italia «parece más La Última Cena [en referencia a la famosa pintura de Leonardo da Vinci representando los momentos finales de Jesús] que una demostración del supuesto poder occidental».
En ese sentido, el portal señala que quienes esperan ver esta semana un liderazgo fuerte del G7 «están soñando», ya que la mayoría de los mandatarios que asistirán al encuentro «están distraídos por las elecciones o las crisis internas, desgastados por los años en el gobierno o aferrándose desesperadamente al poder».
«El francés Emmanuel Macron y el británico Rishi Sunak están librando campañas electorales que convocaron anticipadamente en un último esfuerzo para revertir sus esperadas derrotadas. El alemán Olaf Scholz fue humillado (…) en las elecciones al Parlamento Europeo del fin de semana pasado y pronto podría salir del poder. Justin Trudeau, primer ministro durante nueve años en Canadá, ha hablado abiertamente de dejar su trabajo enloquecedor.
El japonés Fumio Kishida exhibe actualmente los ratings personales más bajos antes de tener que enfrentar a fin de año una contienda por el liderazgo de su partido», resume el medio.
Y luego está Joe Biden, recuerda Politico, aludiendo a la posición especialmente delicada en la que se encuentra el mandatario demócrata de 81 años.
En ese sentido, Ivo Daalder, embajador de Estados Unidos ante la OTAN durante el gobierno de Barack Obama, le dice a Politico que «con la excepción de Meloni, los líderes en la cumbre del G7 son todos bastante débiles».
«Trudeau no ganará las próximas elecciones. Biden tiene una dura carrera electoral. Scholz está debilitado. Macron está debilitado. Sunak es hombre muerto y Kishida también tiene serios problemas en casa», sintetiza Daalder en la nota.
Por el contrario, asegura Politico, la primer ministra italiana Giorgia Meloni, no puede dejar de ganar, como lo confirmaron las elecciones del pasado domingo, en la que su partido Hermanos de Italia arrasó y se quedó con casi el 30% de los votos, mejorando los guarismos de los comicios generales del 2022.
Según la nota, este éxito electoral, contrastado con la debilidad del resto de los mandatarios europeos y mundiales, refuerza su posición en la mesa de negociaciones al interior del G7.
En ese sentido, según funcionarios italianos citados en la nota, que hablaron bajo condición de anonimato, Meloni utilizará la cumbre para promover los intereses de Italia, lejos de la agenda globalista impulsada por el eje París-Berlín.
«El éxito electoral de Meloni la ayudará a conseguir apoyo para sus temas favoritos», le dijo a Politico Giovanni Orsina, profesor de historia política en la Universidad Luiss de Roma. «Con un G7 liderado por Italia y que se celebrará en Italia, Meloni podría aprovechar todo su poderío político».
Si bien la influencia de Roma es limitada en comparación con otros actores del G7, Meloni es «ciertamente muy fuerte ahora» opinó el especialista, y «si es hábil puede terminar con un importante éxito internacional», si logra que se aprueben medidas para resolver algunos de los temas que más preocupan a los italianos, como por ejemplo la migración africana.
«Hemos salido como el gobierno más fortalecido, yendo en contra de la tendencia», dijo Meloni a la radio RTL el lunes. «Entre los gobiernos de los grandes países europeos, ciertamente somos los más fuertes. No tengo la intención de utilizar este resultado para mí, sino utilizar cada voto (…) para obtener resultados para los italianos», añadió.