La operación de las fuerzas israelíes en el campo de refugiados palestinos el pasado sábado para rescatar a cuatro rehenes dejó 274 muertos y unos 700 heridos.
La operación israelí para liberar rehenes en el campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, que causó la muerte de cientos de civiles, así como la retención de rehenes por «grupos armados palestinos» en zonas pobladas, podrían considerarse crímenes de guerra, aseguró este martes Jeremy Laurence, portavoz de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
«La forma en que se llevó a cabo la incursión en una zona tan densamente poblada pone seriamente en tela de juicio que las fuerzas israelíes respetaran los principios de distinción, proporcionalidad y precaución establecidos en las leyes de la guerra», señaló.
El vocero agregó que la ACNUDH «también está profundamente consternada por el hecho de que los grupos armados palestinos sigan reteniendo a muchos rehenes, la mayoría de ellos civiles, lo que está prohibido por el derecho internacional humanitario».
También informó que el jefe del organismo, Volker Türk, había acogido con satisfacción la resolución 2735 del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se pide un alto el fuego y la liberación de los rehenes. Por su parte, Laurence subrayó que la «prioridad inmediata» debe ser garantizar el suministro sin trabas de ayuda humanitaria a la población de Gaza.
La incursión de las fuerzas israelíes en el campamento ocurrió el pasado sábado con el fin de rescatar a cuatro de los rehenes secuestrados el pasado 7 de octubre por Hamás. La operación dejó 274 muertos y casi 700 heridos, incluidos casos críticos.