Madrid, 10 jun (Prensa Latina) De los 160 millones de niños que trabajan en el mundo, 79 millones lo hacen en labores peligrosas, denunció hoy la ONG española Manos Unidas.
A propósito del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se celebra el 12 de junio, Manos Unidas señaló que se trata de una lacra, que solo puede combatirse con educación y con políticas que garanticen la protección de los menores y la erradicación de la pobreza.
Waldo Fernández, del departamento de estudios de Manos Unidas, analizó que muchos son niños que realizan trabajos domésticos casi esclavos, sin descanso y en medios insalubres; labores agrícolas, de sol a sol, que requieren grandes esfuerzos.
También, trabajos industriales o mineros en los que utilizan herramientas y materiales que ningún niño debería manejar o de decenas de miles de “niños soldados”, reclutados por grupos armados regulares o irregulares, añadió.
La ONG es conocida por difundir en España sus iniciativas de apoyo a países del sur, con relaciones estrechas con 58 países.
Colabora internacionalmente en su lucha desde hace 65 años para prevenir y atajar las causas que llevan a que millones de pequeños tengan que abandonar la escuela, para emplearse en trabajos precarios.
Un proyecto en Togo, por ejemplo, respalda a los niños trabajadores del mercado de Hanoukope, y ofrece formación y capacitación a mujeres vulnerables y asistencia a niñas y jóvenes, víctimas de la violencia y los malos tratos.
Manos Unidas se refirió además a otras formas de trabajo infantil en las que también están involucrados adultos sin escrúpulos y que mueven al año 23 mil 500 millones de euros.
“Nos referimos a los más de 1,2 millones de menores víctimas de tráfico infantil (…) y a los niños involucrados en redes de comercio sexual, las niñas casadas y destinadas al trabajo doméstico desde temprana edad, o los que trabajan en las fábricas”, detalló Fernández.
Privados de su infancia, de su derecho a jugar y de su crecimiento físico y mental (…) muchos deben abandonar la escuela, sufren traumas psicológicos y tendrán muchas menos posibilidades de progresar y de abandonar el círculo de la pobreza, precisó.
La ONG consideró que la pobreza está en la base del trabajo y las esclavitudes infantiles y es un deber de todos los ciudadanos del mundo erradicarla y prevenirla.
“Porque, aunque la explotación y la esclavitud infantil se den fundamentalmente en los países más empobrecidos, están presentes en nuestro día a día, en nuestra ropa fabricada en condiciones infrahumanas, en nuestros teléfonos móviles (…)”, apostilló el especialista de Manos Unidas.
Los más de 500 proyectos de desarrollo que apoya Manos Unidas cada año tienen como fin disminuir la brecha de desigualdad que separa a ricos y a pobres. “Queremos ser parte de esa transformación que necesita el mundo, que permita a todos los seres humanos vivir con dignidad”, recalcó Fernández.