Se trata de la primera sentencia por este motivo en un estadio de fútbol en España.
La Justicia de España condenó este lunes a tres personas a ocho meses de prisión y a dos años sin ingresar en un estadio de fútbol por proferir insultos racistas contra el jugador brasileño Vinícius Jr..
Los tres fueron declarados culpables de un delito contra la integridad moral, con el agravante de discriminación por motivos racistas. Por el momento, la pena de cárcel queda suspendida a condición de que no vuelvan a delinquir.
En un comunicado, LaLiga explicó que los tres hombres -que el 21 de mayo de 2023 llamaron «mono» al jugador durante un partido en España- firmaron una carta de arrepentimiento dirigida a Vinícius Jr., LaLiga y el Real Madrid.
«LaLiga logra la primera sentencia condenatoria en España por insultos racistas en el fútbol», celebró el organismo.
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, dijo que la sentencia es «una gran noticia para la lucha contra el racismo en España» y que «repara el daño sufrido por Vinícius Jr.».
Tebas también aseguró que con esta decisión se lanza «un mensaje claro» a aquellas personas que acuden a los estadios de fútbol a insultar. «LaLiga les detectará, denunciará y habrá consecuencias penales para ellos», afirmó.
«Soy un verdugo»
«Muchos me pidieron que lo ignorara, muchos otros dijeron que mi lucha fue en vano y que debía simplemente ‘jugar al fútbol’. Pero, como siempre he dicho, no soy víctima del racismo. Soy un verdugo de racistas. Esta primera condena penal en la historia de España no es para mí. Es para todos los negros«, aseveró Vinicius.
Y continuó: «Que otros racistas tengan miedo, se avergüencen y se escondan en las sombras. De lo contrario, estaré aquí para cobrar. Gracias a La Liga y al Real Madrid por ayudar con esta condena histórica. Vienen más por ahí».
La estrella del Real Madrid fue víctima el año pasado de insultos racistas durante el partido de la Liga española contra el Valencia en el estado Mestalla, donde muchos aficionados le agredieron con insultos y gestos de mono.
Aunque casos similares volvieron a suceder después, aquel episodio trascendió hasta los niveles más altos de Estado y de Gobierno tanto en Brasil como en España. La gravedad de los hechos generó repudio en Brasil y el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva instó a las autoridades internacionales de este deporte, como la FIFA, a tomar medidas.