El primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, anunció este 9 de junio su dimisión luego de una estrepitosa derrota en las elecciones generales en el país europeo en las que se impuso la derecha nacionalista flamenca. También fracasó su fuerza política en los comicios europeos.
En un emotivo mensaje en el que soltó algunas lágrimas, el primer ministro belga dijo que presentará su dimisión este lunes, aunque seguirá en el cargo hasta que se nombre a su sucesor.
El partido libera de De Croo, Open VLD, obtuvo apenas un 8% de los votos y quedó en quinto lugar, detrás de los partidos de derecha N-VA, y de ultraderecha Vlaams Belang.
En un mensaje pronunciado la noche de este domingo, felicitó “a los ganadores de estas elecciones, N-VA, Vlaams Belang y Vooruit”. «
«Para nosotros es una noche especialmente dura, hemos perdido. A partir de mañana dimitiré como primer ministro», señaló el líder belga.
A De Croo se le unieron en el escenario los otros líderes del partido liberal y recibió muchos aplausos y vítores de los militantes durante su breve discurso.
«Hemos perdido estas elecciones. No es el resultado que esperaba. Soy la cabeza visible y asumo la responsabilidad de este resultado. No estaba previsto», aseguró según una nota del diario belga Nieuwsblad.
Dio las gracias a todos los militantes por su duro trabajo y felicitó a sus «amigos» del MR en la Bélgica francófona”. “Ahora me concentraré en los asuntos de actualidad hasta que se nombre a mi sucesor o sucesora. Estoy convencido de que necesitamos pronto un nuevo gobierno”, dijo De Croo.
Contrario a los que señalaban las encuestas, el partido nacionalista flamenco N-VA ganó las elecciones con 25% de los sufragios, imponiéndose al partido de extrema derecha y separatista Vlaams Belang.
“Los nacionalistas flamencos frustran el avance de un partido separatista”, tituló el diario estadounidense The New York Times.
Según el medio, la victoria del partido comandado por Bart De Wever provoca un suspiro de alivio entre la clase política que ya se había preparado para una victoria de los ultraderechistas de Vlaams Belang.
El periódico holandés De Volkskrant dijo que el resultado fue “sorprendente” al explicar que Vlaams Belang “contra todo pronóstico” no se convertirá en el mayor partido de Bélgica.
«Esto convierte a N-VA en el gran e inesperado ganador de estas elecciones. Y Bélgica no se une a la lista de países en los que la derecha radical se convierte en la más grande en las elecciones [europeas]».