NIZHNI NÓVGOROD, RUSIA — El desarrollo de las relaciones ruso-chinas no se ve afectado por las interferencias externas, aseguró el ministro de Exteriores de China, Wang Yi.
Wang hizo estas declaraciones en una reunión con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, al margen de la cumbre de los cancilleres de los BRICS que se celebra el 10 y 11 de junio en la ciudad rusa de Nizhni Nóvgorod.
«Nuestra cooperación responde a los intereses fundamentales de cada uno de nuestros países y al curso natural del tiempo y del desarrollo mundial. No va dirigida contra ningún país externo y no está sujeta a las interferencias externas», declaró Wang.
China, según el canciller, está lista para implementar los acuerdos alcanzados al más alto nivel y se esfuerza por lograr una cooperación multifacética más sostenible con Rusia.
«Haremos todo lo posible para ampliar la cooperación en el marco de los BRICS», prometió el jefe de la diplomacia china.
Respecto a la expansión del grupo, Pekín considera que este paso «contribuirá a un sistema de gobernanza global más justo y sensato».
Lavrov, por su parte, dijo que Rusia y China seguirán coordinando sus políticas exteriores en las plataformas internacionales como los BRICS, el Consejo de Seguridad de la ONU, la Organización de Cooperación de Shanghái, y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, entre otros.
El grupo BRICS, inicialmente compuesto por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, es una alianza de mercados emergentes y países en desarrollo, fundada a partir de vínculos de amistad, solidaridad e intereses comunes.
Tras la incorporación de Arabia Saudita, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán desde el pasado 1 de enero, BRICS pasó a tener 10 Estados miembros.
Actualmente, el grupo representa casi la mitad de la población mundial, más del 40% de la producción global del crudo y alrededor del 25% de las exportaciones mundiales.