El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, volverá este 10 de junio a Oriente Medio para tratar de impulsar la propuesta de alto el fuego impulsada por Washington, y la cual no ha tenido mucho eco ni en Israel ni en Hamás. Además, el funcionario norteamericano llega en un momento crítico para el gabinete de guerra israelí.
Blinken tiene previsto mantener conversaciones a puerta cerrada en El Cairo con el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi, quien ha sido un personaje clave en las negociaciones para tratar de detener la guerra en la Franja de Gaza.
Después, Blinken viajará a Tel Aviv para reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien enfrenta una crisis en su Gobierno tras la renuncia del ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, quien criticó abiertamente la gestión de Netanyahu al frente del país hebreo.
«Lamentablemente, Netanyahu nos impide avanzar hacia la victoria real que justificará el doloroso precio que seguimos pagando. Por eso, hoy salimos del Gobierno de emergencia», anunció Benny Gantz durante una conferencia de prensa.
Gantz sostiene que Netanyahu no ha tomado las decisiones clave para alcanzar los objetivos, como rescatar a todos los rehenes o acabar por completo con Hamás. También dijo que Netanyahu no tiene un plan de posguerra para Gaza, como lo ha pedido la Administración Biden en su propuesta de paz.
Será en este ambiente de tensión que Blinken realice su octava visita a Oriente Medio desde que empezó la guerra en Gaza, un conflicto que ha dejado más de 36.000 muertos en el enclave palestino y unos 1.200 del lado de Israel.
En días recientes, el diario The Wall Street Journal reveló que los Gobiernos de Catar y Egipto habrían amenazado a Hamás con una serie de acciones contra sus dirigentes y militantes si el grupo de resistencia no aceptaba el plan de paz propuesto por el presidente de Estados Unidos.
Dichas amenazas irían desde posibles detenciones y congelación de activos hasta la expulsión de los dirigentes de Hamás de su refugio en Doha.