El ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación afirmó que Madrid no va caer en «provocaciones».
Ante la amenaza de Israel de cerrar el Consulado General de España en Jerusalén si se mantiene el respaldo de la Administración del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, a Palestina, desde Madrid afirmaron que no van a caer en «provocaciones» y rechazaron «cualquier obstrucción al trabajo normal» en la misión diplomática.
De esta forma respondió el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, quien este lunes recordó que el consulado tiene un «estatus muy particular» ya que fue creado en 1853, «mucho antes de la existencia del Estado de Israel». Agregó que desde entonces «ha estado funcionando con total normalidad» y que por eso tiene un «estatus histórico».
Además, expresó que desde que se iniciaron las relaciones diplomáticas entre ambos países, en 1986, Israel «reconoce y se compromete a respetar ese estatuto histórico del consulado general».
Albares también repudió las medidas tomadas por Tel Aviv, como «filmar a los embajadores y exponerles públicamente cuando se les ha convocado en el Ministerio de Asuntos Exteriores [israelí]». «Hay una cortesía y unos usos diplomáticos que no se pueden violentar», dijo.
Advertencia israelí
La respuesta española llegó luego de que el ministro de Asuntos Exteriores del país hebreo, Israel Katz, amenazara con el cierre del consulado en Jerusalén en caso de que el Gobierno de España se negara a acatar la prohibición de prestar servicio a los ciudadanos palestinos de Cisjordania. Según explicó, «cualquier conexión» entre el consulado y la Autoridad Palestina «supone una amenaza para la seguridad nacional de Israel y estará completamente prohibida».
Por otra parte, el canciller de España, país que junto con Irlanda y Noruega reconocieron el Estado palestino el 28 de mayo, afirmó que es «necesario poner fin a las hostilidades que solo están conduciendo día a día a un sufrimiento insoportable de la población civil y dar pasos hacia una nueva gestión de Gaza». «Tan pronto como callen las armas, Gaza y Cisjordania deben de quedar bajo una única autoridad palestina», concluyó.