Cómo aliados de Estados Unidos aumentan su presencia militar en Asia-Pacífico

A finales de marzo, se informó que Canadá y Japón están a punto de unirse a la denominada ‘sección del segundo pilar del acuerdo AUKUS’. Además, Nueva Zelanda y Corea del Sur pretenden integrarse en la alianza.

Ottawa va a aumentar su presencia militar en la región Asia-Pacífico y desarrollar la cooperación con la alianza AUKUS (formada por Australia, el Reino Unido y Estados Unidos), según anunció el ministro de Defensa canadiense, Bill Blair, en su intervención en el foro de seguridad internacional Shangri-La Dialogue, celebrado en Singapur.

Canadá enviará próximamente tres buques de la Marina Real Canadiense para participar en el ejercicio multinacional masivo RIMPAC-2024, que tendrá lugar en el océano Pacífico del 26 de junio al 2 de agosto. Entre ellos se encuentra el destructor HMCS Vancouver, que participará en la Operación Horizonte, cuyo objetivo es aplicar la Estrategia Indo-Pacífica 2022 del Gobierno.

«[El Indo-Pacífico] es la región de más rápido crecimiento del mundo y acoge a varios de nuestros principales socios comerciales», dijo Blair. El país también se ha sumado a la Iniciativa Multilateral para una base industrial de defensa sostenible en el Indo-Pacífico, además de aumentar la inversión en sus Fuerzas Armadas.

Perspectivas de expansión

A finales de marzo, se informó que Canadá y Japón están a punto de unirse a la denominada ‘sección del segundo pilar del acuerdo AUKUS’, en virtud de la cual los participantes firmarían una amplia cooperación en tecnología militar. Además de estos países, Nueva Zelanda y Corea del Sur pretenden integrarse en la alianza.

El ministro de Defensa surcoreano, Shin Won-sik, anunció a principios de mayo que la posible participación de su país en la asociación de seguridad AUKUS figuraba entre los puntos del orden del día tratados con Australia durante una reunión de ministros de Asuntos Exteriores y Defensa. «Las capacidades científicas y tecnológicas de defensa de Corea contribuirán a la paz y la estabilidad del desarrollo del Pilar 2 de AUKUS y a la paz regional», dijo.

Por su parte, al margen del foro de Shangri-La, la ministra de Defensa de Nueva Zelanda, Judith Collins, declaró que su país también está estudiando la posibilidad de incorporarse al segundo componente de la alianza, lo que implica el intercambio de información y tecnología en submarinos a propulsión nuclear, inteligencia artificial, tecnologías cuánticas y capacidades submarinas adicionales. Todo esto en medio de la creciente influencia china en el Pacífico y las preocupaciones por un «mundo en reconfiguración».

En abril, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, informó que AUKUS «está explorando cómo Japón puede unirse» al trabajo del grupo. Aunque afirmó que la alianza con Japón «es de naturaleza puramente defensiva» y «no está dirigida contra ninguna nación en particular», mencionó el polémico tema de la «libertad de navegación» en el mar de la China Meridional y el estrecho de Taiwán, en el contexto de esa cooperación.

Choque de posiciones

Mientras tanto, Pekín expresó su profundo descontento y afirmó que la posible cooperación entre Japón y AUKUS socavaría la estabilidad en el Indo-Pacífico.

Anteriormente, la parte china había señalado que el acuerdo AUKUS «va en contra del propósito y los objetivos del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y es un acto típico de doble rasero», instando a la comunidad internacional a «responder adecuadamente a los riesgos de proliferación» relacionados con dicha alianza estratégica militar.

La opinión de China es compartida por el presidente ruso, Vladímir Putin, quien afirmó el 16 de mayo en una rueda de prensa conjunta con el líder chino, Xi Jinping, que Moscú y Pekín consideran que en la región Asia-Pacífico «no hay lugar para alianzas político-militares cerradas».

La cuestión de la seguridad en la zona Asia-Pacífico también aparece en la declaración conjunta de la Federación Rusa y la República Popular China sobre la profundización de las relaciones de asociación global y cooperación estratégica, que entran en una nueva era en el contexto del 75.° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.

«Las partes expresan su oposición al establecimiento de asociaciones cerradas y estructuras de bloques en la región Asia-Pacífico, en particular, alianzas y coaliciones militares dirigidas contra terceros. Las partes toman nota de las repercusiones negativas para la paz y la estabilidad regionales de la estrategia Indo-Pacífica de EE.UU., sincronizada con la línea destructiva de la OTAN en Asia-Pacífico», reza el documento. En este contexto, Moscú y Pekín expresaron una «profunda preocupación» por «las repercusiones para la estabilidad estratégica» en la región que tiene el proyecto AUKUS.

 

 

 

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