El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que Moscú puede tomar medidas para la disuasión nuclear y levantar las restricciones autoimpuestas sobre el despliegue de misiles de medio y corto alcance, si EEUU despliega sus misiles en Europa o en la región del Asia–Pacífico, una situación que también crearía una amenaza para China.
Golpe a golpe
Lavrov afirmó que la implementación de los planes por parte de EEUU del despliegue de los misiles terrestres de mediano y corto alcance no se quedará sin nuestra reacción. «En particular, en este caso, inevitablemente levantaremos las autolimitaciones unilaterales que Rusia se impuso después de que EEUU se retirara del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio [INF por sus siglas en inglés]», anticipó Lavrov.
Asimismo, añadió que Moscú no descarta tomar «medidas adicionales en el ámbito de la disuasión nuclear», ya que «los misiles estadounidenses de posición avanzada» desplegados en Europa y la región de Asia–Pacífico podrían «alcanzar los puestos de mando y los sitios de ubicación» de las fuerzas nucleares rusas, lo que crearía «un grave desafío de seguridad para Rusia».
En este setido, Lavrov recordó que, tras la reciente visita de Estado a Pekín del presidente, Vladímir Putin, los líderes de ambos países firmaron una declaración conjunta en la que se detalla que «tales medidas desestabilizadoras por parte de EEUU representan una amenaza directa» tanto para Rusia «como para China».
«Por lo tanto, nosotros y nuestros socios chinos acordamos aumentar la cooperación con el objetivo de oponer resistencia al comportamiento irresponsable de Washington que socava la estabilidad internacional», concluyó el ministro.
Desde luego EEUU cada vez une más en una causa común de defensa a China y Rusia, explica la profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco de México, Ana Teresa Gutiérrez del Cid.
«Esto lo vemos desde los años 90 [1996] cuando crearon el grupo de los Cinco de Shanghái [China, Rusia, Kazajistán y Tayikistán]. Y luego este grupo evolucionó a lo que es hoy la Organización para la Cooperación de Shanghái [OCS], que no solamente es una cooperación científica, tecnológica, sino que desde el inicio del siglo XXI cuando arreglaron sus diferencias territoriales y todas las diferencias básicas que tenían, crearon la OCS para proteger la zona de Asia Central, donde EEUU después del 11 de septiembre [de 2001] puso bases militares en Uzbekistán y Kirguistán. A partir de ese momento, Rusia y China estaban muy preocupadas porque EEUU estaba ya como una potencia militar en la zona, y poco a poco fueron logrando que salieran de ahí. Y hoy nuevamente, mediante otros países, [EEUU] quiere implantar sus bases aprovechando la salida del tratado de armas de mediano alcance», advierte la profesora.