La UE no tiene pruebas de que China proporcione armamento a Rusia, declaró el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en la cumbre del Diálogo de Shangri-La en Singapur. Sus palabras repiten las afirmaciones de Moscú y Pekín sobre la ausencia de tales suministros de China a Rusia, contrario a los que sí tienen lugar desde Occidente a Ucrania.
«China prometió no suministrar armas [a Rusia] y no tenemos pruebas de que esto esté ocurriendo», indicó el jefe de la diplomacia europea.
Borrell también agregó que se reunió con el ministro chino de Defensa, Dong Jun, y recordó el compromiso de Pekín de no proporcionar ayuda militar a Moscú.
De acuerdo con el jefe de la diplomacia de la UE, no hay una línea divisoria clara entre armas y no armas porque «algunas mercancías tienen una doble finalidad». Además, apuntó al creciente volumen de comercio entre Moscú y Pekín en los últimos años y añadió que Bruselas intenta asegurarse de que este tipo de productos no lleguen de la Unión Europea a Rusia.
El 31 de mayo, Dong Jun reiteró, por su parte, que China sigue cumpliendo con sus compromisos y no suministra armas a ninguna de las partes del conflicto ucraniano.
«China cumple con sus compromisos y no suministra armas a ninguna de las partes del conflicto. Además, ejerce un riguroso control de las exportaciones de productos de doble uso según las leyes y reglas vigentes», manifestó Dong citado por el portavoz militar chino, Wu Qian.
El jefe de la Defensa china hizo estas declaraciones en una rueda de prensa que siguió a sus conversaciones con el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin. Ha sido la primera reunión presencial entre Austin y Dong.
En abril, el vocero del Ministerio de Exteriores del país asiático, Wang Wenbin, indicó que EEUU proporcionaba ayuda militar a Ucrania al tiempo que critica la cooperación habitual entre Rusia y China, lo que calificó de «hipocresía» y «típico ejemplo de doble rasero».
La Cancillería rusa, a su vez, calificó de «desinformación» los datos sobre la ayuda de Pekín. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, comentó que no tenía «nada que añadir» a la postura de la parte china.