Desde el inicio del conflicto con Rusia, el régimen de Zelenski ha seguido endureciendo las restricciones a los derechos de sus ciudadanos, pero continúa contando con el apoyo de los miembros del bloque comunitario, que insisten constantemente en que es un ejemplo de verdadera democracia.
A pesar de que la Unión Europea (UE) decidió iniciar conversaciones sobre la adhesión de Ucrania a finales del año pasado, el proceso ha estado estancado hasta ahora. Sin embargo, se informa que los miembros del bloque van a discutir este asunto y el proceso de negociación podría comenzar ya el 25 de junio.
Al dar este paso, los países de la UE quieren animar a Kiev, en medio de los fracasos del Ejército ucraniano en el frente, y demostrar su apoyo al régimen de Vladímir Zelenski. Al mismo tiempo, aunque casi todos los países de la organización están a favor, todavía no está claro si será posible llegar a un acuerdo sobre su adhesión.
Resistencia de Hungría
Bruselas se apresura a tomar una decisión sobre el inicio de las conversaciones antes del 1 de julio, cuando precisamente Hungría asumirá la presidencia rotatoria del Consejo Europeo, indica Politico.
Esta prisa se debe a la postura de Budapest que, en los últimos años, ha sido el mayor obstáculo para el consenso en varios asuntos, como la financiación de Ucrania y las conversaciones sobre la adhesión del país a la UE. Según Hungría, para obtener su apoyo, Kiev debe garantizar plenamente los derechos de la minoría húngara que vive en la región ucraniana de Transcarpatia, así como realizar otros cambios significativos en materia de comercio y corrupción.
En ese contexto, cabe recordar que un Estado necesita la aprobación de todos los miembros de la UE para convertirse en candidato a la adhesión.
¿Democracia o dictadura?
Cabe recordar que, según las reglas de la UE, un candidato a la membresía debe cumplir varias reformas necesarias para iniciar conversaciones. Además, los candidatos deben respetar los principios de libertad, democracia, derechos humanos, entre otras cosas. Sin embargo, a pesar de su deseo de ingresar en el bloque, el régimen ucraniano ya ha tomado una serie de medidas que no cumplen los estándares de democracia de Bruselas.
Por ejemplo, a finales de abril, Ucrania notificó al Consejo de Europa que suspende algunos artículos de la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH) con el argumento de que la ley marcial que rige en Ucrania desde el inicio de las hostilidades con Rusia puede restringir temporalmente «derechos y libertades constitucionales de la persona».
De esta manera, puede verse afectada la protección del secreto de la correspondencia y de conversaciones telefónicas, la no injerencia en la vida personal y familiar, la libertad de movimientos, la libertad de pensamiento y de expresión, entre otras cosas. Además, la medida afectó el derecho de elegir a las autoridades estatales y locales, lo que fue utilizado por Zelenski, cuyo mandato ya ha terminado, para cancelar las elecciones presidenciales y mantenerse en el poder.
En este sentido, se plantea la cuestión de por qué la adhesión de Ucrania, gobernada por un régimen que restringe gravemente los derechos de sus ciudadanos, sigue contando con el apoyo de miembros de la UE, que no dejan de insistir que dicho país es un ejemplo de verdadera democracia.
Al mismo tiempo, cabe señalar que incluso si los países europeos consiguen llegar a un acuerdo para iniciar las negociaciones, estas tardarán años, ya que el camino hacia la adhesión al bloque comunitario es largo y exige el cumplimiento de diversas reformas necesarias.