El sistema TOS-2 tiene un alcance tres veces mayor que sus predecesores y utiliza proyectiles termobáricos, que solo dejan tierra quemada en lugar de las posiciones de las tropas ucranianas.
Las tropas rusas siguen avanzando en la provincia de Járkov, tomando el control de nuevas localidades. Uno de los componentes más importantes del éxito de Rusia en el campo de batalla son los sistemas de lanzallamas pesados TOS-1 y TOS-2. Sus bombas termobáricas son muy difíciles de interceptar y se utilizan para destruir las fortificaciones ucranianas, contó el corresponsal de RT, Alexánder Símonov.
Las fuerzas rusas han puesto en acción el TOS-2, un devastador sistema lanzallamas autopropulsado que no tiene equivalente en el mundo. El TOS-2 y el TOS-1 ayudan a continuar la exitosa ofensiva rusa en la dirección táctica de Volchansk. Los proyectiles termobáricos lanzados por el arma solo dejan tierra quemada después del impacto, en lugar de las posiciones de las tropas del régimen de Kiev.
Al mismo tiempo, el TOS-2 tiene un alcance tres veces mayor que sus predecesores, permitiéndole llegar a objetivos a distancias de hasta 15 kilómetros. «La principal característica de este vehículo es una mayor movilidad; gracias a la distancia entre ejes, hemos aumentado el potencial del automóvil en términos de autonomía. Como consecuencia, tiene un mayor alcance de municiones. Se trata de un sistema completamente automatizado. Tiene un alcance tres veces mayor que el TOS-1», señaló un soldado ruso, con indicativo ‘Ballena’, agregando que el TOS-2 destruye vehículos blindados ligeros «muy fácilmente».
Según los expertos, el TOS-2 demuestra el avance tecnológico ruso en materia militar. Las fuerzas rusas están utilizando con efectividad este sistema en la operación militar especial, infligiendo bajas significativas a las tropas enemigas. El soldado con indicativo ‘Ballena’ afirmó que hace varios días atacaron con el TOS-2 «una posición de pelotón donde había hasta 25 efectivos» y la misma jornada perpetraron un ataque contra posición enemigas con reservas, donde se encontraban «50 militares ucranianos y varias unidades de vehículos blindados». «Esta noche también lanzamos un ataque contra el enemigo desplegado en el propio Volchansk. Se han alcanzado todos los objetivos«, destacó.
Los ingenieros rusos no se detendrán en la modernización del sistema. Fuentes indican que ya se trabaja en nuevas versiones aún más avanzadas de este sistema lanzallamas, aumentando su poder destructivo y precisión. Como consecuencia, las fuerzas ucranianas tienen que enfrentarse a un Ejército con arsenales cada vez más potentes.