MOSCÚ — La Unión Europea (UE) tiene pocas probabilidades de llevar adelante sus políticas verdes en caso de que prohíba importar uranio ruso, según el director del Primer Departamento de Europa de la Cancillería rusa, Artiom Studénnikov.
Previamente, la ministra de Energía belga, Tinne van der Straeten, declaró que la UE dejaría de concertar con Rusia contratos para el suministro de uranio para centrales nucleares.
«Es poco probable que el crecimiento ‘verde’ tan promovido por los europeos tenga probabilidades de éxito sin nuestros productos de uranio», matizó Studénnikov en declaraciones a Sputnik.
Para el diplomático, muchos países europeos están tan «obsesionados» con la idea de dañar a Rusia que pueden incluso actuar en su propio detrimento. El deseo de prohibir la firma de nuevos contratos para la compra de uranio ruso se enmarca en la misma «lógica suicida», arguyó Studénnikov. Recordó que Bruselas actuó en una línea similar cuando intentaba perjudicar a Rusia prohibiendo el suministro de gas por tuberías.
En aquel entonces, prosiguió, «la UE se sumergió en una crisis energética», y los precios de la energía batieron récords durante muchos meses.
Respecto al gas natural licuado, si el bloque prohíbe además estas importaciones rusas, el diplomático aseguró que Moscú no se quedaría sin clientes ante este escenario.
«Cualquier intento de Occidente de interferir en nuestro comercio con la mayoría de la comunidad mundial está obviamente abocado al fracaso», auguró.
Según Studénnikov, como consecuencia de la estrategia fracasada de Bruselas en el sector energético, las economías nacionales «no están en buena forma», con un empeoramiento del nivel de vida y una agudización de la tensión social.
El formato 2+2
En estos momentos no se puede plantear la reanudación de los consejos de cooperación en materia de seguridad a nivel de ministros de Defensa y cancilleres con Francia e Italia, conocidos como el formato 2+2, indicó a Spuntik Studénnikov.
«Es obvio que en las condiciones actuales, cuando estos dos países están tratando de contribuir a la ‘derrota estratégica’ de Rusia en la medida de sus posibilidades, y París está incluso considerando seriamente enviar sus tropas a Ucrania, no se puede plantear la reanudación de cualquier trabajo conjunto en estas plataformas», dijo el diplomático.
Según Studénnikov, Francia e Italia han bloqueado todos los principales mecanismos bilaterales de diálogo interestatal con Rusia. Moscú, remarcó, recibe en ocasiones señales de Francia e Italia de su supuesta apertura a dialogar, pero no hay pasos concretos que confirmen estas intenciones.
A juicio del diplomático, «están simplemente tratando de suavizar o retocar de esta manera sus propias declaraciones radicales». Agregó que Rusia no se hace ilusiones algunas sobre la disposición de Europa a un diálogo honesto y equitativo ni tiene confianza general hacia los países europeos.
Al comentar la primera conversación telefónica entre los titulares de los Ministerios de Defensa ruso y francés desde 2022, Studénnikov recordó que tuvo lugar el pasado abril por iniciativa de la parte francesa.
«El comunicado publicado por el Ministerio de Defensa ruso fue extremadamente correcto al reflejar el contenido de esta conversación, incluida la parte relativa al sangriento atentado terrorista en [la sala de conciertos] Crocus City Hall», enfatizó.
Añadió que la reacción «nerviosa» de París y los intentos de acusar a Moscú de difundir información falsa sobre esa conversación, «atestiguaron una vez más la falta de voluntad de París de entablar un diálogo sereno y respetuoso» con Rusia.
El envío de las tropas francesas a Ucrania
El envío de tropas francesas a Ucrania convertirá a París en parte del conflicto que continúa en la región, subrayó Studénnikov. El diplomático agregó que esto «aumentará muchas veces el riesgo de una colisión de dos potencias nucleares en el campo de batalla», lo que podría llevar a consecuencias impredecibles.
En este contexto, Studénnikov recordó también que Rusia advirtió en reiteradas ocasiones a París que en el caso del envío de las tropas a Ucrania, la reacción de Moscú irá mucho más allá del plano político.
Al mismo tiempo, añadió que las declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre el posible envío de sus tropas a Ucrania no encuentran «un amplio apoyo» de sus aliados en la UE y la OTAN y provocan un «rechazo» de la mayoría significativa de la población francesa.
Al comentar la posible participación de los mercenarios franceses en las hostilidades, puntualizó que, según datos del Ministerio de Defensa de Rusia, hechos públicos en marzo de este año, un total de 147 personas con ciudadanía francesa han muerto en los enfrentamientos en Ucrania desde que comenzó la operación militar especial rusa, en febrero de 2022.
A principios de mayo, el presidente francés, Emmanuel Macron, en una entrevista con The Economist dijo que no descarta el envío de tropas a Ucrania si recibe una solicitud de Kiev y si Rusia rompe la línea del frente, mientras el ministro de Exteriores del Reino Unido, David Cameron, declaró durante su visita a Kiev, realizada a principios de mayo, que Ucrania tiene el derecho de utilizar armas británicas contra objetivos dentro de Rusia.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó estas declaraciones como una «escalada directa» que «podría suponer un peligro para la seguridad europea».