La presidenta de Georgia veta la ley de agentes extranjeros que desató protestas masivas

Se prevé que el veto impuesto por Salomé Zurabishvili sea superado para que la ley pueda entrar en vigor tras la aprobación por el Parlamento.

La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha vetado este sábado el proyecto de ley sobre agentes extranjeros, que desató protestas masivas en todo el país y fue aprobado esta semana por el Parlamento en tercera lectura.

«Hoy he vetado la ley rusa que contradice nuestra Constitución, contradice todas las normas europeas y, por lo tanto, representa un obstáculo para nuestro camino europeo«, dijo la jefa de Estado, citada por los medios locales.

«Este veto es completamente legal y será presentado hoy al Parlamento. Esta ley no está sujeta a ningún cambio, ninguna mejora, y por lo tanto es muy simple. Esta ley debería ser derogada«, afirmó Zurabishivili.

El proyecto de ley implica garantizar la transparencia de la «influencia externa» mediante la creación de un registro de organizaciones que promueven los intereses de fuerzas externas, que incluirá a todas las organizaciones sin fines de lucro y medios de comunicación cuyas actividades estén financiadas en más del 20% desde el exterior. La negativa de inscribirse en el registro se castigará con multas.

La presidenta ya había advertido con antelación que impondría su veto; sin embargo, se prevé que este sea superadopara que la ley pueda entrar en vigor tras la aprobación en el Parlamento.

Polémica en torno a la ley

Las multitudinarias protestas han sacudir tanto la capital georgiana, como el resto de las ciudades a lo largo de muchos días y se han registrado casos de enfrentamientos violentos entre los manifestantes y la Policía, que emplea cañones de agua y gas pimienta para dispersarlos.

El controvertido proyecto de ley se presentó inicialmente al Parlamento georgiano en febrero del 2023, pero fue retirado el mes siguiente en medio de una ola de protestas y presiones de los países occidentales. No obstante, esta primavera el partido gobernante volvió a presentarlo ante el órgano legislativo.

La oposición criticó el proyecto de ley y lo calificó de «ley rusa«, ya que acusaba al partido gobernante de haberse inspirado en una ley similar aprobada en Rusia en 2012. En respuesta, los impulsores del texto argumentaron que se inspiraron en la Ley de Registro de Agentes Extranjeros de EE.UU., aprobada en 1938 y mucho más estricta. Leyes parecidas también rigen en Hungría, Israel y Australia, entre otros países.

Las misiones de la UE y de la Embajada de EE.UU. en Georgia también critican la iniciativa, diciendo que el proyecto de ley obstaculizará la adhesión del país a la Unión Europea.

 

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