El primer ministro de Eslovaquia no debería pagar con su vida por haberse enfrentado a Occidente

La postura del primer ministro eslovaco lo llevó a enfrentarse a los «dictados dominantes» de Occidente, opina Andrew Napolitano.

El intento de asesinato del primer ministro eslovaco, Robert Fico, habla de la «desesperación de Occidente por lograr que los países se ajusten a la demonización de todas las cosas rusas», asegura el analista jurídico Andrew Napolitano.

En diálogo con RT, el exjuez de Nueva Jersey (EE.UU.) se refirió a la postura de Fico, quien en varias ocasiones mostró su decepción ante el rumbo adoptado por Europa y se ha opuesto a enviar armas a Ucrania. Ese pensamiento, opinó Napolitano, lo ha hecho enfrentarse a los «dictados dominantes» de Occidente y, consecuentemente, a los principales medios de comunicación, tanto de Europa como de EE.UU.

«Personas como Fico no deberían temer por decir la verdad. Y cuando te entregan las riendas del poder gubernamental, no debes temer hacer lo correcto», afirmó el estadounidense.

De este modo, el ministro ha hecho frente a la «demonización que impulsa Occidente de cualquier libertad de expresión que se articule contra Ucrania y a favor de Rusia», recalcó. Fico es un «gran hombre, que se enfrentó a Occidente» y que no debería tener que hacerlo «poniendo en riesgo su vida», añadió el analista.

Por otro lado, Napolitano, quien espera que muy pronto salgan a la luz detalles para determinar cómo fue posible tal ataque, espera que haya sido «algo aislado y no el comienzo de una serie de acontecimientos de violencia catastróficos y horrendos». «Estoy sorprendido por lo que pasó. Me sorprende que mucha gente no se sorprenda. Pensé que esa era de los asesinatos había terminado y que tal vez esto sea lo que en EE.UU. llamamos algo único: un hecho aislado y atípico, cometido por un loco, y no algo orquestado por un grupo. Que no sea el comienzo de otra serie de asesinatos», dijo.

El atentado contra Fico tuvo lugar en la ciudad de Handlová, cuando salió de un edificio y se acercó a la multitud que lo esperaba. El presunto tirador quedó identificado como Juraj Cintula, un escritor de 71 años, miembro de la Asociación Eslovaca de Escritores y opositor a las ideas del primer ministro. El acusado fue reducido por la Policía mientras intentaba escapar de la escena. El ataque lo perpetró con un arma que estaba registrada a su nombre. Se presume que Cintula se vio impulsado a actuar por motivos ideológicos.

 

 

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