El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, realizó una visita sorpresa a Kiev justo cuando las Fuerzas Armadas ucranianas se baten en retirada en Járkov y Donetsk. ¿Qué hay realmente detrás del viaje de Blinken a Ucrania?
El funcionario estadounidense llegó a Kiev el 14 de mayo, pocos días antes de que entrara en vigor la draconiana ley de movilización del presidente Volodímir Zelenski.
A pesar de la aprobación de un paquete de ayuda de 60.000 millones de dólares para Ucrania por parte del Congreso estadounidense, las tropas ucranianas se enfrentan a una grave escasez de reclutas, así como al agotamiento y a una moral sombría en medio de continuas retiradas.
«Los medios de comunicación occidentales informan que Blinken enviará una fuerte señal de confianza a Kiev. En mi opinión, por el contrario, una visita tan precipitada y sin previo aviso a Ucrania en las condiciones actuales debería más bien hacer saltar las alarmas», declaró a Sputnik Alexander Dudchak, destacado investigador del Instituto de los Países de la CEI y experto del movimiento Otra Ucrania.
Según Dudchak, Blinken acudió a Kiev para evaluar la situación sobre el terreno y ofrecer nuevas condiciones a Zelenski en medio de los fracasos de Ucrania en el campo de batalla.
Una de esas condiciones será acelerar la movilización y lanzar a más ucranianos al frente del conflicto, dijo el experto.
Dudchak llamó la atención sobre el hecho de que solo una parte del cuantioso paquete de ayuda irá directamente a Kiev. De los 60.000 millones de dólares de ayuda, 23.000 millones se destinarán a reponer las reservas del Pentágono agotadas en lo que va del conflicto, 14.000 millones se utilizarán para comprar armas para Ucrania y el resto se destinará a entrenamiento militar y asistencia económica.
El influyente think tank estadounidense Council On Foreign Relations (CFR) especificó que, del total de 175.000 millones de dólares aprobados por el Congreso desde febrero de 2022, solo 107.000 millones se han gastado en Ucrania, mientras que la mayor parte del resto financia diversas actividades estadounidenses relacionadas con el conflicto.
Dudchak señaló que el dinero gastado en Ucrania difícilmente podría llamarse «asistencia», ya que Estados Unidos está entregando armas a Kiev, presionándolo para que envíe tantos reclutas al frente como sea posible.
Para los políticos estadounidenses y los gigantes industriales, la crisis ucraniana es también un negocio lucrativo, continuó el experto, pues los fabricantes de armas se están beneficiando de las hostilidades y utilizan parte del dinero para presionar en Washington.
La industria de defensa, la verdadera ganadora
Los responsables políticos estadounidenses han presionado a los aliados europeos de la OTAN para que envíen sus arsenales militares a Kiev y compren repuestos al complejo militar-industrial estadounidense.
«Aquí hay un componente económico muy poderoso», afirmó. «Las corporaciones y el complejo militar-industrial estadounidense deben obtener beneficios estables, y necesitan garantías de que este proceso continuará durante mucho tiempo», añadió.
Dudchak no descarta la posibilidad de que los políticos estadounidenses también estén cobrando de las tramas de corrupción relacionadas con el esfuerzo militar de Ucrania.
«Podemos juzgar por las actividades de la familia Biden, desde la época del golpe de Estado en Ucrania», señaló el experto, refiriéndose a la investigación en curso en el Congreso sobre las tramas de tráfico de influencias de la familia del presidente estadounidense Joe Biden.
«Así que los que no están implicados [en estas tramas de corrupción] no están contentos con ello. Los que están implicados dicen que allí todo va bien», dijo Dudchak. «En múltiples ocasiones hemos oído declaraciones [de políticos estadounidenses] de que todo se había comprobado y los fondos se habían utilizado correctamente».
¿Zelenski ha dejado de ser útil?
La visita sorpresa de Blinken coincidió también con la expiración del mandato presidencial de Zelenski. Según la Constitución ucraniana, el mandato presidencial está limitado a cinco años y sólo puede prorrogarse mediante elecciones nacionales legítimas.
A pesar de los llamamientos de Washington y Bruselas, Zelenski se negó a celebrar elecciones este año, con el pretexto de la ley marcial en Ucrania. Su mandato expira el 20 de mayo.
Según Dudchak, los adversarios de Zelenski podrían utilizar el factor de su frágil legitimidad. Es posible que el futuro del líder ucraniano y la composición de un hipotético nuevo gobierno de Kiev también estén sobre la mesa durante la visita de Blinken.
«En general, su legitimidad está determinada por Occidente», señaló el experto de Sputnik. «Sin embargo, esta situación supone una amenaza para [Zelenski] personalmente, porque no tiene ningún valor para Occidente, por lo que su sustitución es posible, y él lo entiende muy bien».
A pesar del esfuerzo de Zelenski por demostrar su lealtad a Washington, los responsables políticos estadounidenses parecen estar buscando alternativas para él y para el primer ministro ucraniano Denys Shmigal, continuó el experto.
Alegó que la administración Biden quiere sustituir a Shmigal por Oksana Markarova, la actual embajadora ucraniana en Estados Unidos.
El investigador señaló que la competencia anglo-estadounidense sobre Ucrania se suma a la actual controversia.
La oficina presidencial ucraniana está actualmente controlada por los servicios de inteligencia británicos, pero Washington quiere poner a su propio protegido al timón del Estado ucraniano, concluyó Dudchak.