Anuncian la sentencia para un exministro que asesinó a su esposa golpeándola durante varias horas

Kuandyk Bishimbáyev grabó en varios videos la golpiza que le propinó a Saltanat Nukenova, explicando durante el juicio que de esa manera quería humillar a su esposa.

El exministro de Economía Nacional de Kazajistán, Kuandyk Bishimbáyev, fue este lunes declarado culpable del asesinato cometido con especial crueldad de su esposa, Saltanat Nukenova, y sentenciado a 24 años de prisión, informan medios locales.

La juez del Tribunal de Astaná, Aizhan Kulbáyeva, y el jurado decidieron que Bishimbáyev cumplirá su pena en un centro de máxima seguridad y deberá pagar al tribunal más de 5.000 dólares. La corte también condenó al primo del exministro, Bajytzhan Baizhanov, a cuatro años de prisión por encubrimiento de delito.

Bishimbáyev admitió su culpabilidad, pero solo de cometer asesinato no premeditado. Declarando ante el tribunal, Bishimbáyev acusó a los medios de comunicación de difamar el caso y citó palabras de Hitler. «Cuanto peores son nuestras mentiras, más fácil es que la gente las crea», repitió el exministro las palabras del líder de la Alemania nazi. Baizhanov, por su parte, se declaró no culpable y preguntó al juez por qué había sido condenado a cuatro años de cárcel.

Entre tanto, en Kazajistán aumenta la polémica por el hecho de que Bishimbáyev no recibió la cadena perpetua por el brutal asesinato.

Brutal asesinato

El asesinato de Nukenova tuvo lugar en noviembre de 2023. El exministro y su esposa asistieron a un concierto y, posteriormente, fueron a un restaurante, donde se inició una discusión cuando la mujer anunció que quería romper la relación. El exfuncionario, que estaba borracho, empezó a pegarle puñetazos y patadas tanto en el cuerpo como en la cabeza, y a arrastrarla por el pelo por la sala. Tras recibir múltiples heridas, Nukenova murió en el restaurante.

Tras la paliza, el exministro puso a su concubina en el sofá y se acostó a su lado. Cuando se despertó por la mañana, comprobó que Nukenova no daba señales de vida y, en lugar de llamar a una ambulancia, telefoneó a su vidente, que le aseguró que la joven había bebido demasiado y estaba dormida. El sospechoso intentó entonces encubrir las evidencias. Convocó a su primo, Bajytzhan Baizhanov, propietario del restaurante, y le pidió que borrara las grabaciones de las cámaras de vigilancia. Por fin, llamaron a los médicos que, al llegar declararon que la muerte de la mujer se había producido seis horas antes.

Bishimbáyev grabó en varios videos la golpiza que le propinó a Saltanat Nukenova, explicando durante el juicio que de esa manera quería humillar a su esposa.

El asesinato de Saltanat Nukenova llevó a la aprobación de una ley contra la violencia doméstica en Kazajistán que endurece las penas por este tipo de delitos que, a partir de ahora, se castigarán con responsabilidad penal y no administrativa.

 

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