La protección obliga a que los niños no acompañados sean entregados rápidamente a familiares en EE.UU. y establece estándares del trato que deben recibir en los refugios autorizados.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha solicitado este viernes ante un tribunal federal de California poner fin parcialmente a un acuerdo de 1997 que garantiza cómo el Gobierno cuida de los niños migrantes que viajaron al país no acompañados por ningún adulto.
El histórico Acuerdo Flores recibió su nombre por la salvadoreña Jenny Lisette Flores, de 15 años, que interpuso una denuncia junto con otros tres adolescentes por permanecer en detención de las autoridades por períodos prolongados y a menudo en instalaciones con adultos no relacionados con ellos, sin que les brindaran educación o debida asistencia médica.
Al día de hoy, la legislación ofrece una protección a los niños migrantes no acompañados obligando a las autoridades a entregarlos rápidamente a sus familiares en suelo estadounidense y establece estándares de su trato en los refugios autorizados: para alimentos, agua potable, supervisión adulta, servicios médicos de emergencia, para los inodoros, lavamanos, controles de temperatura y ventilación.
«27 años después, existen amplias razones para creer que se han alcanzado los objetivos [del Acuerdo Flores]. La corte debe dar por terminado el Acuerdo Flores en lo que concierne al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés)», declaró el Gobierno de Joe Biden en su moción, argumentando que las nuevas regulaciones garantizan mejor la seguridad de los niños y la supervisión judicial ya no es necesaria.
La solicitud de poner fin parcial al Acuerdo Flores se presenta después de que el Departamento de Salud y Servicios Humanos publicara el pasado 30 de abril nuevas directrices sobre la seguridad de los niños migrantes no acompañados que entra en vigor el 1 de julio y, según el secretario del HHS Xavier Becerra, establecen «estándares claros para el cuidado y tratamiento» de estos menores.