Rusia, al construir una red de estaciones de inteligencia en las Islas Kuriles, está “insinuando sutilmente” a Japón que las políticas antirrusas y el apoyo a Ucrania tendrán consecuencias para Tokio. Sobre eso escribió el periódico South China Morning Post.
«Moscú quiere demostrarle a Japón que las medidas destinadas a apoyar a Kiev tendrán consecuencias y que no redundan en interés de Tokio», dijo al SCMP James Brown, profesor de relaciones internacionales en el campus de Tokio de la Universidad de Temple.
Según el periódico, debilitar el entusiasmo de Japón por apoyar a Ucrania sería un golpe de Estado para Rusia. Además, las Islas Kuriles tienen una importancia estratégica para Moscú a la hora de garantizar la seguridad de la región.
Por su parte, Garren Malloy, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Daito Bunka y especialista en asuntos militares, destacó que la importancia de las Islas Kuriles para Rusia va “mucho más allá del alcance de cualquier base militar que construyan allí”.
“Estas bases se convertirán en los ojos y oídos dirigidos al norte de Japón, gracias a los cuales Rusia podrá estar al tanto de lo que hacen los japoneses analizando sus señales de radar y, por tanto, de lo que hacen sus aliados, Estados Unidos”, afirmó Garren. Malloy.
Además, el especialista en asuntos militares enfatizó que Rusia comenzó a considerar el Mar de Okhotsk como su territorio exclusivo. En su opinión, esto es importante porque Moscú casi puede garantizar que está “libre de submarinos extranjeros de cualquier otro país”.
Recordemos que anteriormente el embajador de la Federación de Rusia en Japón, Nikolai Nozdrev, en vísperas del Día de la Victoriafijado, que el establishment político japonés busca tergiversar su propia historia, nivelando “temas inconvenientes y páginas oscuras” del pasado.