Colectivos de todo el país han reconvertido la fiesta familiar en una jornada de lucha.
Más de 250 colectivos de mujeres que buscan a alguna de las 116.000 personas desaparecidas que hay en México convocaron a diversas movilizaciones para conmemorar el Día de la Madre este viernes 10 de mayo.
Veladas, bordados colectivos, instalación de memoriales, caminatas, recitales, misas y lecturas públicas son algunas de las actividades que se realizarán en el marco de una fecha que las madres buscadoras han resignificado para transformarla en una jornada de lucha.
«¡Sin mi hijo, sin mi hija, no hay 10 de Mayo!», «Hacia un proceso de reunificación», «¡Hasta encontrarles!», «Este 10 de mayo no hay nada que festejar», son algunos lemas de las convocatorias realizadas en estados como Guanajuato, Sinaloa, Chihuahua y Veracruz.
El epicentro de la protesta será la 13.º Marcha de la Dignidad Nacional que comenzará por la mañana en la Ciudad de México, y que estuvo antecedida por la velada que se llevó a cabo la noche del jueves en el Monumento a la Madre, ubicado en el centro de la capital.
Con miras a esta movilización, en marzo pasado los colectivos revelaron que trabajaban en un inédito proceso de unidad nacional contra las desapariciones. Los grupos están integrados principalmente por mujeres que se convirtieron en activistas a la fuerza, debido a la desaparición de sus hijos e hijas.
«Nuestro proceso de organización se había estado dando en silencio. Hoy lo hacemos público para hacer un llamado a todas las familias a quienes aún no hemos llegado, así como a los colectivos de familias víctimas de violencia, para que se sumen a este esfuerzo de unidad. Queremos construir acuerdos por encima de nuestras diferencias, queremos abrazarnos sin colores ni banderas y sin el Estado«, señaló el comunicado que dieron a conocer en marzo pasado.
Tensión
Las protestas se llevan a cabo en un clima de duelo debido a que, desde 2021, han sido asesinadas por lo menos seis madres y un padre buscadores.
Se trata de Teresa Magueyal, María del Carmen Vázquez, Esmeralda Gallardo, Rosario Lilián Rodríguez, Ana Luisa Garduño, Aranza Ramos y Francisco Javier Barajas, quienes fueron ejecutados en los estados de Guanajuato, Puebla, Sinaloa, Morelos, Sonora.
Antes, hubo otros casos conmocionantes, como los asesinatos de las buscadoras Miriam Rodríguez, Sandra Luz Hernández y Maricela Escobedo. En todos los casos predomina la impunidad porque no han sido resueltos.
Además, la tensión de las buscadoras con las autoridades es permanente.
En la Ciudad de México, por ejemplo, el Gobierno local, encabezado por Martí Batres, retiró en las últimas semanas los memoriales que las buscadoras habían instalado en las puertas del Fiscalía General de la República y en otros puntos de la capital.
Por otra parte, la activista Ceci Flores aseguró la semana pasada que había encontrado un crematorio clandestino en la Ciudad de México, lo que en cuestión de horas fue desmentido por Batres.
«Fue un montaje», aseguró el jefe de Gobierno durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien también desestimó las denuncias y aseguró que formaba parte de las «campañas sucias» con miras a las elecciones generales del próximo 2 de junio.