Los estudiantes han obtenido el respaldo de los rectores, así como de parte del espectro político y del mundo de la cultura.
El movimiento de las acampadas universitarias que se inició en EE.UU. para protestar por los ataques del Ejército de Israel en la Franja de Gaza y en solidaridad con el pueblo palestino, se ha extendido paulatinamente a una gran parte de los campus universitarios de España.
Recordando el movimiento del 15M que se inició en la Puerta del Sol de Madrid en 2011, los universitarios están tomando los lugares públicos de sus centros de estudios, que se están plagando de tiendas de campañas y de actividades mientras se organiza toda una logística.
La primera en sumarse a esta corriente fue la Universidad de Valencia el pasado 30 de abril. Desde entonces, nuevos campamentos se han levantado en la Universidad Complutense de Madrid, en la Universidad de Barcelona, en la Universidad del País Vasco de Vitoria y en otros centros repartidos en toda la geografía del país.
En los últimos días se han unido Granada, Alicante o Navarra, mientras que este jueves lo han hecho la Universidad de Sevilla, en Andalucía; y la de Zaragoza, en Aragón.
El movimiento ha sido impulsado por la plataforma propalestina BDS ( Boicot, Desinversión y Sanciones ), que busca presionar a nivel internacional para que Israel cumpla con el derecho internacional a través de la presión económica.
¿Qué piden los estudiantes?
Los estudiantes exigen una serie de medidas tanto a sus universidades como al Gobierno de España. Piden que los centros educativos rompan los convenios con universidades israelíes , así como que dejen de trabajar con empresas de ese país o que hagan negocios en él.
Además, exigen al Ejecutivo liderado por el presidente Pedro Sánchez que rompa relaciones diplomáticas con el país hebreo y que cese de inmediato la venta de armas, municiones o cualquier elemento que pueda utilizarse en los ataques a la Franja de Gaza.
Los rectores respaldan a sus alumnos
La Junta Rectora de la Conferencia de Rectores y Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ha emitido un comunicado este jueves en el que respalda a los universitarios: «Hacemos nuestro el sentir de nuestro campus y la reivindicación que desde ellos se está extendiendo», se afirma.
Además de exigir el cese inmediato de las operaciones militares del Ejército israelí y la liberación de las personas secuestradas por Hamás, la Junta se compromete a revisar y suspender «los acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado un compromiso firme». con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario».
Los rectores también afirman que intensificarán la cooperación científica y educativa con Palestina y ampliarán los programas de cooperación, voluntariado y atención a la población refugiada, además de velar para que no se produzcan conductas antisemitas o islamófobas o cualquier otro comportamiento de odio.
Ataques políticos desde la derecha y apoyo desde el Gobierno
Los estudiantes acampados han recibido duras críticas desde la derecha política. El primero en hacerlo fue Borja Sémper, portavoz del conservador Partido Popular, principal fuerza de la oposición, que dijo el miércoles que las acampadas «están destinadas para ir contra Israel y a favor de Hamás » y que fingen «salvar de toda culpabilidad a una organización terrorista».
Sémper fue inmediatamente desautorizado por la secretaría general del PP, Cuca Gamarra. Sin embargo, no ha sido el único en esta formación en manifestarse en este sentido.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llamó el lunes a prohibir las acampadas en los campus madrileños, según recoge El País. Por su parte, el alcalde de la capital española, el también popular José Luis Martínez-Almeida, defendió este jueves que las protestas obedecen a «profundas raíces antisemitas» .
Desde el Gobierno de España, sin embargo, se ha mostrado compresión y respaldo a la iniciativa universitaria. Así, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, líder de Sumar, escribió ayer en X que «criminalizar a quienes están organizándose para hacer frente al genocidio palestino solo te posiciona a favor de él».
Más comentada ha sido la postura del ministro de Cultura, Pablo Bustinduy, también de Sumar, que envió una carta a empresas españolas en Israel pidiéndoles que adoptaran medidas que eviten que sus actividades «contribuyan al genocidio» en Palestina .
Este jueves Bustinduy ha intentado evitar la polémica y ha puesto el foco sobre la «trágica situación que está atravesando el pueblo palestino». «Debemos centrar todos los esfuerzos posibles a todos los niveles para hacer todo lo que esté en nuestra mano para hacer que cese la situación de barbarie insoportable que vive el pueblo palestino», ha dicho sobre el envío de la misiva.
El mundo de la cultura se suma a la protesta.
Una parte del mundo de la cultura también se ha sumado no solo al apoyo al pueblo palestino, sino al respaldo directo a las acampadas que están llevando a cabo los universitarios.
Este jueves la acampada de Madrid ha sido visitada por reconocidos artistas, como tres integrantes de la banda musical Vetusta Morla, el actor Juan Diego Botto, el cantautor Ismael Serrano o el también cantautor y poeta Marwan, este último personalmente preocupado, al ser hijo de padre palestino.
El Gobierno de Pedro Sánchez lleva meses apostando por el reconocimiento del Estado de Palestina y exigiendo el alto el fuego inmediato y la entrada de ayuda humanitaria, así como la liberación de los rehenes en manos de Hamás. Se presume que el próximo 21 de mayo España procederá al reconocimiento del Estado, junto a Irlanda, Malta y Eslovenia.