El trofeo del Mundial de México 1986 llevaba décadas perdido. Lo subastarán en París.
El Balón de Oro que Diego Armando Maradona ganó en la Copa Mundial de México 1986 como mejor jugador y que posteriormente desapareció, generando todo tipo de rumores, reapareció y será subastado el próximo 6 de junio en París, ha anunciado este miércoles la casa de subastas Aguttes. Quienes deseen participar tendrán que pagar un depósito de 150.000 euros (160.000 dólares).
Aguttes aclaró que el premio reapareció en 2016, como parte de un lote que había adquirido un coleccionista privado en París, y señaló que esperaba que «genere millones debido a su carácter único». Los especialistas de la casa de subastas lo sometieron a una «investigación exhaustiva» y autentificaron que se trata del «trofeo del Balón de Oro Adidas Diego Maradona», indicaron en un comunicado.
«Decir que esta Copa del Mundo lo tuvo todo sería quedarse corto: se marcaron goles fenomenales y se exhibieron innumerables talentos de talla mundial. Es también, y sobre todo, el torneo en el que Diego Maradona realmente demostró al mundo lo que podía hacer con los pies e incluso con las manos», puntualizó François Thierry, experto en deportes de Aguttes.
En el Mundial de 1986, Maradona era capitán de la selección de Argentina y alzó la copa al derrotar a Alemania Occidental por 3-2 en la final disputada en el estadio Azteca de la Ciudad de México. Fue también precisamente en aquel campeonato donde anotó el mítico gol de ‘la mano de Dios’ y el ‘Gol del Siglo’ en los cuartos de final contra Inglaterra, que culminó con la victoria 2-1 de la Albiceleste.
Después de la desaparición del Balón de Oro, recibido por el astro argentino en una ceremonia en el cabaret del Lido en los Campos Elíseos, se especuló mucho con su posible destino. Algunos creían que Maradona lo había perdido jugando al póker o que había decidido venderlo para pagar sus deudas, mientras que otros estaban seguros de que el jugador lo había guardado en un banco de Nápoles, de donde lo robó la mafia local en 1989.
Según la historia que contó un exintegrante de la mafia que renunció a la delincuencia, el trofeo fue derretido y convertido en piezas de oro. «Una teoría descabellada dado que está hecha de una aleación de oro y cobre», comentó Aguttes.