El 90 % de estas ganancias debería utilizarse para la compra de armas «no solo en la Unión Europea, sino en todo el mundo», dijo Olaf Scholz.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha reiterado en la necesidad de usar los intereses devengados de los activos rusos congelados para comprar armas para Ucrania diciendo que para este fin debería asignarse alrededor del 90 % de los beneficios.
«Es importante que también estemos de acuerdo en que este dinero se pueda utilizar para la compra de armas no solo en la Unión Europea, sino en todo el mundo«, dijo Scholz a los medios este lunes en Riga después de una reunión con los representantes de los Gobiernos de Lituania, Letonia y Estonia.
En este contexto, el canciller alemán agregó que la producción de municiones y sistemas de defensa aérea en Europa ya se ha incrementado, pero que Alemania y los tres países bálticos abogan por intensificar aún más la expansión de la fabricación de armas en el bloque comunitario.
¿Falta de consenso?
Scholz propuso en marzo usar «las ganancias inesperadas de los activos rusos congelados en Europa para proporcionar asistencia financiera a Ucrania, así como para comprar más armas» para Kiev en el mercado mundial. De este modo, el canciller alemán apoyó la iniciativa de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien en febrero declaró que «ha llegado el momento de iniciar una conversación sobre el uso de los beneficios extraordinarios de los activos rusos congelados para comprar conjuntamente equipos militares para Ucrania».
Por su parte, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, afirmó a finales de abril que los ingresos de los activos rusos no pertenecen a Rusia, ya que «no son soberanos». «Esperamos que este mecanismo pueda aportar unos 3.000 millones de euros (más de 3.200 millones de dólares) anuales», agregó.
No obstante, se reporta que los países occidentales no han llegado a un consenso sobre qué hacer con los activos rusos congelados y que los países del G7 ya no están considerando la idea de confiscar totalmente los activos rusos congelados, principalmente por temor a las represalias de Moscú.
- En 2022, la UE, EE.UU., Japón y Canadá congelaron unos 300.000 millones de dólares en activos del Banco Central ruso, en respuesta a la operación especial militar rusa en Ucrania. Unos 200.000 millones se encuentran en Europa, principalmente en el depositario belga Euroclear. Los líderes de varios países occidentales expresaron en reiteradas ocasiones su deseo de confiscar los activos rusos congelados y usarlos para las necesidades de Kiev.
- El Kremlin advirtió en diciembre pasado que si se incautan ilegalmente los activos rusos, se afectará al sistema financiero global y habrá consecuencias jurídicas. Desde Rusia han advertido reiteradamente que la incautación de activos rusos en favor de Ucrania será «un robo directo» y que Moscú considerará como «ladrones» a los países occidentales que confisquen sus activos congelados y responderá con contramedidas «muy duras».