Las maniobras de la OTAN Steadfast Defender (Defensor Firme) muestran que la alianza se prepara para un enfrentamiento con Rusia, señaló la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. El 24 de enero, la Alianza Atlántica lanzó los mayores ejercicios desde el fin de la Guerra Fría cerca de las fronteras rusas.
«Debemos constatar que los aliados de la OTAN se están preparando seriamente para un ‘conflicto potencial’ con nosotros, lo que, por cierto, afirman abiertamente representantes de alto rango de la OTAN», postuló María Zajárova.
Según el guion, en los ejercicios se practica la acción de la coalición contra Rusia, con el uso de todas las herramientas, incluyendo las híbridas, indicó la vocera.
Zajárova agregó que la OTAN, a su vez, utiliza las acusaciones de que Rusia presuntamente está realizando ataques híbridos contra los países del bloque militar para justificar el aumento de la militarización de Europa. Dichas declaraciones no tienen ningún fundamento, recalcó.
«La Alianza Atlántica y el liderazgo de algunos de sus Estados miembros están haciendo lo que mejor saben hacer: desinformar y aumentar el grado de histeria antirrusa para justificar la escala sin precedentes de la militarización de Europa», prosiguió la portavoz.
La vocera comentó que estos pasos del bloque bélico tienen por objetivo «desviar la atención pública de las acciones reales de la propia alianza». En este contexto, señaló que fue la OTAN la cual «desató una guerra híbrida contra Rusia en todos los entornos operativos y en todas las direcciones geográficas».
«Y no solo la híbrida: los miembros de la OTAN participan activamente en una confrontación militar real contra nuestro país en el conflicto en torno a Ucrania. No solo financian y suministran armas al régimen de Kiev, sino también le transmiten datos de inteligencia, tras lo cual las armas occidentales atacan a civiles e infraestructuras civiles en territorio ruso», concluyó Zajárova.
Moscú lleva años denunciando la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas, la acumulación de fuerzas aliadas en Europa, el continuo incremento de gastos militares dentro del bloque y su creciente implicación en el conflicto ucraniano.