¿Secuestro o aventura sexual con cocaína?: Desaparición de un obispo desata escándalo en México

Lo que comenzó como un supuesto grave caso de inseguridad se convirtió en una inesperada crisis para la Iglesia católica.

La Iglesia católica mexicana enfrenta un fuerte escándalo luego de que las autoridades revelaran que el obispo Salvador Rangel Mendoza, quien fue reportado como desaparecido, en realidad acudió por su propia voluntad a un motel para encontrarse con otro hombre.

Ahí, por alguna razón que todavía no se aclara, quedó inconsciente hasta que fue rescatado por los servicios de salud.

De esta forma, lo que comenzó como un supuesto grave caso de inseguridad se convirtió en una inesperada crisis para la Iglesia, ya que los exámenes médicos revelaron, además, que el obispo consumió cocaína, entre otras sustancias.

El caso está colmado de misterios y contradicciones. Cuando encontraron al prelado, el fiscal del estado de Morelos, Uriel Carmona, aseguró que había sufrido un secuestro exprés, pero poco después la versión fue desmentida por el comisionado estatal de Seguridad Pública, José Antonio Ortiz Guarneros.

«Se dieron algunas declaraciones de que fue un secuestro exprés. Nosotros pensamos que no. El fiscal tendrá que demostrar en base a qué lo dijo. Volvemos a lo mismo: los que están en la política están aprovechando esto para denostar el actuar de la seguridad en el estado», afirmó el funcionario mientras lo rodeaban decenas de periodistas.

Al continuar sus declaraciones, señaló que hay grabaciones que prueban que Rangel Mendoza ingresó por su propia voluntad, sin que nadie lo forzara. «Por algunas evidencias que hay, y que ya se las dimos a la Fiscalía, hasta donde sabemos [el obispo] entró voluntariamente al motel con una persona del mismo sexo y esa persona después se retiró», aseguró Ortiz Guarneros.

Más adelante, el abogado del prelado, Pedro Martínez Bello, quien también había informado a la prensa que se trataba de un secuestro exprés, renunció de manera inesperada a su representación legal.

«Ya no soy más el abogado del obispo […] son los abogados del Episcopado del estado de Morelos quienes tienen a su cargo el asunto», dijo en un breve video en el que se deslindó del caso.

Cronología

Rangel Mendoza, de 78 años, es el obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, en Guerrero, pero desde que se retiró hace tres años se mudó a Morelos.

El sábado por la mañana, salió de su casa y ya no volvió. Según la revista Proceso, que tuvo acceso a la denuncia, Rangel Mendoza dejó su celular cargando, lo que sugería que pensaba regresar pronto.

Durante la tarde de ese día, se registraron varios retiros de dinero de sus cuentas y compras con sus tarjetas.

El lunes por la mañana, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) denunció públicamente que desde el sábado desconocían el paradero del obispo, lo que provocó conmoción en un país donde hay más de 100.000 personas desaparecidas y en el que dentro de un mes habrá elecciones presidenciales.

Por eso, abundaron las críticas en contra del Gobierno de Morelos y del presidente de la nación, Andrés Manuel López Obrador.

Al día siguiente, la CEM informó en un comunicado que ya habían encontrado al obispo. Fue entonces que el abogado y el fiscal aseguraron que se trataba de un caso de secuestro exprés.

También revelaron que, el domingo por la noche, Rangel Mendoza fue ingresado inconsciente y en calidad de desconocido en un hospital público de Cuernavaca, Morelos.

Lo que no dijeron es que había sido trasladado ahí desde el motel. Sobre las pruebas de cocaína y sedantes, afirmaron que le habían sido suministradas por la fuerza.

Misterio

Las autoridades de la Iglesia mexicana decidieron trasladarlo a un hospital privado, pero el obispo todavía no brindado declaraciones a la Policía.

Por otra parte, las dudas sobre lo ocurrido se incrementaron cuando la Cruz Roja negó que una de sus ambulancias hubiera trasladado al obispo, como se informó en un principio.

Luego, el gobernador interino de Morelos, Samuel Sotelo, también descartó la versión del secuestro exprés. «No tenemos hasta el día de hoy un elemento sólo para determinar que haya sido privado de la libertad como tal», dijo el funcionario al revelar que la última vez que se vio al obispo fue en una pizzería en la que tenía una reunión con uno de los empleados del lugar.

En un intento de paliar el escándalo, la CEM emitió un comunicado para solicitar prudencia. «Ante todo damos gracias a Dios porque fue hallado con vida monseñor Salvador Rangel Mendoza. Como Iglesia confiamos en las instituciones y eso nos lleva a dejar en manos de las autoridades la investigación correspondiente», señaló el organismo en medio de una ola de rumores en los medios.

«Por ahora solo pedimos, respetuosamente, que se eviten conjeturas y especulaciones que enrarecen el caso de forma innecesaria, tomando en cuenta la dignidad humana», añadió.

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