El Senado de Estados Unidos prohíbe la importación de uranio ruso pese a su dependencia

Según el proyecto de ley, podría estar en vigor hasta el 2040.

El Senado de Estados Unidos prohíbe la importación de uranio ruso pese a su dependencia

El Senado estadounidense aprobó este martes un proyecto de ley para prohibir las importaciones de uranio enriquecido ruso, informa Bloomberg. Según la publicación, el proyecto de ley se enviará en breve al presidente Joe Biden, que tiene intención de firmarlo.

La ley entrará en vigor 90 días después de su aprobación, y las restricciones a la compra de uranio estarán vigentes hasta el 2040. Sin embargo, según el documento, Washington conservará el derecho a importar uranio de Rusia hasta el 2028 si no hay fuentes alternativas para mantener en funcionamiento los reactores del país.

«Compartimos la preocupación del Congreso de que la dependencia de los Estados Unidos de Rusia para obtener uranio poco enriquecido destinado a nuestra flota nacional de reactores nucleares no redunda en beneficio de la seguridad nacional ni de los intereses económicos de los Estados Unidos», recoge la agencia las palabras del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

¿Podría Washington salir de la dependencia?

En el 2022, según datos del Departamento de Energía estadounidense, Rusia suministró casi una cuarta parte del uranio enriquecido utilizado por más de 90 reactores comerciales en Estados Unidos, lo que convierte a Moscú en el primer proveedor extranjero.

En abril, Biden declaró que Estados Unidos había producido 90 kilogramos de uranio enriquecido por primera vez en su historia. Sin embargo, la producción estadounidense alcanzó un mínimo histórico de 78 toneladas en el 2019 –una caída desde su pico de 19.958 toneladas en 1980–, ya que Estados Unidos comenzó a depender cada vez más de las importaciones de países como Canadá, Australia, Kazajistán y Rusia.

En mayo del 2022, The Wall Street Journal calificó de «infranqueable» la dependencia de la economía estadounidense del combustible ruso para los reactores nucleares. Ese mismo año EE.UU. pagó alrededor de 1.000 millones de dólares por estos suministros.

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