10 años de impunidad de la matanza en la Casa de los Sindicatos de Odesa

Desde el Kremlin y la Cancillería rusa indicaron que el bárbaro crimen de los neonazis ucranianos que quemaron vivas a 48 personas no prescribe y que sus autores deben ser castigados.

Este 2 de mayo, se cumplen 10 años de la masacre de los manifestantes pacíficos que fueron calcinados y rematados por neonazis ucranianos en la Casa de los Sindicatos de la ciudad de Odesa, solo porque estaban en contra del golpe de Estado en Ucrania y de las políticas nacionalistas de las nuevas autoridades de Kiev.

Al menos 48 personas murieron entre las llamas o por inhalación de humo, después de que los nacionalistas ucranianos prendieran fuego a la Casa de los Sindicatos, donde los protestantes pretendían protegerse de su violencia tras enfrentamientos en la calle. A los que sobrevivieron saltando por las ventanas del edificio ardiendo, los neonazis los remataron en el suelo. Asimismo, más de200 personas resultaron heridas. Si bien han pasado 10 años de estos trágicos acontecimientos, nadie en Ucrania ha sido castigado por ellos. Este jueves, desde Moscú, han denunciado la falta de justicia particularmente en este caso cruel y han prometido que los autores de la matanza de civiles pacíficos recibirán su castigo.

«Al borde de la guerra civil»

La vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova, en el 10.° aniversario de la tragedia en la Casa de los Sindicatos de Odesa, denunció «el monstruoso crimen cometido por los nazis ucranianos», cuando «los partidarios del Maidán mataron con especial crueldad a los que no apoyaban el sangriento golpe armado e inconstitucional en Kiev y no estaban de acuerdo con la llegada al poder de los radicales nacionalistas y su política contra el pueblo».

La vocera evocó que aquel 2 de mayo de 2014 «la gente estaba protestando contra la política discriminatoria de la ucranización total, la inculcación de la ideología del nacionalismo agresivo y el cultivo de ideas neonazis».

Zajárova recordó que para ese momento los «‘ganadores del Maidán’ habían empezado a prohibir el idioma ruso en el país y a violar los derechos de los ciudadanos de habla rusa» en Ucrania, «utilizando la violencia contra quienes intentaban oponerse y defender sus derechos». «Ucrania terminó al borde de la guerra civil. En Donbass ya se habían producido los primeros enfrentamientos armados entre activistas de la sociedad civil y el Ejército regular [ucraniano] y los batallones punitivos de los nacionalistas, que fueron desplegados allí por el régimen de Kiev con el fin de ‘pacificar la rebelde región'», señaló.

«Ahogar en sangre cualquier resistencia»

La portavoz de la Cancillería rusa indicó que antes de la tragedia en la Casa de los Sindicatos de Odesa, los residentes de esta ciudad ucraniana «aún confiaban en que vivían en un Estado de derecho y que podían defender sus derechos, declarando su rechazo categórico a la anarquía que tenía lugar en el país». Por esta razón, en la primavera de 2014, organizaron un campamento con tiendas de campaña en una plaza cerca de la Casa de los Sindicatos, donde realizaron acciones en apoyo a la federalización de Ucrania, la protección de la lengua rusa y la preservación del patrimonio histórico y patrimonio cultural de la región.

«La Odesa amante de la libertad y de habla rusa era un hueso en la garganta del régimen, que a toda costa quería poner de rodillas a los residentes de la odiada ciudad y ahogar en sangre cualquier resistencia», indicó Zajárova y agregó que «los nacionalistas habían preparado de antemano las provocaciones»: llevaron a la urbe a militantes de Ucrania occidental y a ultras de fútbol. «El 2 de mayo, ellos atacaron una manifestación pacífica de partidarios de la federalización en el centro de la ciudad, que intentaron esconderse de los embrutecidos nazis en la Casa de los Sindicatos. Sin embargo, esto no les ayudó», lamentó la vocera.

Los radicales prendieron fuego al edificio y a las personas que saltaron por las ventanas para escapar del fuego, las remataron brutalmente en el suelo. «Como resultado, según los datos oficiales, al menos 48 personas se quemaron vivas, sufrieron intoxicación por monóxido de carbono o murieron al caer desde los pisos superiores. Muchas de ellas tenían heridas de bala. Entre los asesinados había niños. Decenas de personas resultaron heridas y sufrieron lesiones graves», recordó Zajárova, al denunciar «la esencia misántropa del régimen establecido en Ucrania«.

Una «farsa» de investigación

La vocera hizo hincapié en que la investigación de la tragedia en la Casa de los Sindicatos de Odesa, iniciada por Kiev bajo presión de organizaciones internacionales, «se convirtió en una farsa»: el acto acusatorio fue devuelto repetidamente a la Fiscalía, el procedimiento se estancaba por la abstención de los jueces, se intentaba darle la vuelta al caso para inculpar a los activistas ‘anti-Maidán’ que sufrieron a manos de los radicales nacionales.

Además, «todo esto estuvo acompañado de una flagrante injerencia de los grupos nacionalistas en el proceso judicial», que organizaban disturbios, perturbaban las audiencias, atacaban a abogados, jueces, acusados ​​y a sus familiares.

«Las esperanzas de una investigación justa sobre los acontecimientos en Odesa, que surgieron en relación con la llegada al poder de [Vladímir] Zelenski en 2019 —quien prometió que bajo su presidencia en Ucrania las leyes y el principio de inevitabilidad del castigo se respetarían incondicionalmente—, se desvanecieron rápidamente. Zelenski no cumplió sus promesas», se lamentó Zajárova.

Sin fecha de prescripción

«Hoy, al rendir homenaje a las víctimas de la sangrienta masacre de Odesa, estamos convencidos de que, tarde o temprano, los autores materiales e intelectuales de este crimen bárbaro, que no tiene fecha de prescripción, recibirán un justo castigo», concluyó Zajárova.

Por su parte, el vocero presidencial ruso, Dmitri Peskov, durante una rueda de prensa también declaró que los organizadores y autores de la tragedia de Odesa en 2014 deben ser castigados. «Recordamos a todas personas que murieron trágicamente entonces y estamos convencidos de que los que están detrás de este crimen deben ser castigados. Los crímenes de este tipo no prescriben», dijo.

Además, acuerda con que la quema de personas en la Casa de los Sindicatos de Odesa fue un acto planeado de intimidación. «Consideramos que es una página absolutamente inaceptable y vergonzosa en la historia de Ucrania el hecho de que las personas que estuvieron detrás de este crimen, un crimen contra la humanidad, y las que lo llevaron a cabo, nunca hayan sido castigadas», denunció Peskov.

 

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