En el 2023, la empresa armamentística alemana aumentó su facturación un 12%, gracias en gran medida al impulso de la demanda de equipos militares.
La casa de verano de Armin Papperger, director ejecutivo de Rheinmetall, el mayor fabricante alemán de armas, fue incendiada el martes, informaron este miércoles medios locales. Radicales de izquierda reivindicaron la autoría del incendio, explicando su acto por el hecho de que la empresa se enriquece a costa del conflicto en Ucrania.
El incidente tuvo lugar la madrugada del 30 de abril en el municipio de Hermannsburg, en el estado alemán de Baja Sajonia. Más tarde apareció una carta anónima en la plataforma Indymedia, en la que los autores confesaban su participación en los hechos.
«En la noche del 28 al 29 de abril de 2024, colocamos un artefacto incendiario en la caseta de jardín de Armin Papperger, en la esquina de Turnerstrasse con Immenhoop, en Hermannsburg», escribieron.
Justificaron su actuación, entre otras cosas, por el hecho de que Rheinmetall, en su opinión, se está beneficiando del llamado «punto de inflexión», almacenando varios tipos antiguos de vehículos blindados, que ahora puede vender a Ucrania, completos con munición, «con un beneficio sustancial».
En febrero, Rheinmetall anunció sus planes para lanzar en Ucrania una producción de municiones de artillería en colaboración con un socio local. Anteriormente, comunicó que aumentó su facturación un 12% en el 2023, hasta los 7.200 millones de euros (7.650 millones de dólares).