El presidente ucraniano Volodímir Zelenski anunció que Kiev y Washington trabajan en un acuerdo bilateral a largo plazo para reforzar la seguridad de Ucrania. Sin embargo, dicho pacto es «ridículo», «absurdo» y estaría destinado al fracaso, coincidieron los especialistas consultados por Sputnik.
El acuerdo que duraría 10 años en realidad solo busca generar réditos políticos a Volodímir Zelenski y a Joe Biden, en momentos en que este último busca su reelección como presidente ante un Donald Trump fortalecido, aseguran los expertos en geopolítica internacional.
«[El eventual acuerdo] es ridículo y absurdo porque, realmente, un armisticio, un acuerdo de paz como tal, solo se logra si el otro [en este caso Rusia] está de acuerdo. Pero Zelenski está partiendo de una posición maximalista, absurda y suicida», explica Jesús López Almejo, profesor de Relaciones Internacionales y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Humanidades Ciencia y Tecnología de México.
De acuerdo con el analista, el mandatario ucraniano ya no está en condiciones de negociar nada porque su legitimidad se acaba en junio.
«Si Zelenski no se somete elecciones, ya no será el presidente con la capacidad para decir: ‘represento los valores democráticos occidentales y europeos'», observa el catedrático.
Según el experto, Zelenski ha ocasionado «un daño severo» a Kiev por su posición «suicida» de seguir en un conflicto que va perdiendo frente a las tropas rusas.
Además, señala, buena parte del pueblo ucraniano lo ha dejado de apoyar porque está llevando a cabo una «persecución brutal» a través de su sistema de reclutamiento, secuestrando a personas, a hombres de 18 a 60 años para que vayan al frente de batalla.
Además, dice, ha empezado a cancelar servicios consulares, sobre todo en Europa, que es donde se concentra la mayor cantidad de ucranianos refugiados para sumarlos a las filas castrenses del país.
«Lo único que les ofrece a esos hombres en edad de combatir es morirse en el frente de batalla contra Rusia o ir a cárcel por haber desertado», destaca López Almejo, quien augura un fracaso del acuerdo si es que éste se cierra.
El especialista sostiene que el eventual acuerdo que firmarían Kiev y Washington solo tiene la intención de que Zelenski siga contando con el financiamiento de los países occidentales.
De hecho, el multimillonario Elon Musk calificó este pacto como el sinónimo de un conflicto sin fin.
«Esto es una locura, es la guerra eterna», escribió el dueño de Tesla y de Twitter en sus redes sociales.
¿El acuerdo más sólido?
Según Zelenski, el acuerdo que se pretende cerrar es «el más sólido de todos» entre ambas naciones, en momentos en que existen dudas sobre la continuidad del apoyo estadounidense a Kiev en caso de que Trump vuelva a la Casa Blanca.
«Estamos debatiendo los fundamentos específicos de nuestra seguridad y cooperación. También estamos trabajando en la fijación de niveles específicos de apoyo para este año y para los próximos 10 años, incluyendo apoyo armado, financiero, político y producción conjunta de armas», afirmó el mandatario ucraniano en un mensaje a la población.
«El acuerdo debe ser verdaderamente ejemplar y reflejar la fuerza del liderazgo estadounidense», añadió Zelenski, asegurando su Gobierno sigue con los preparativos de la cumbre de la paz, que se celebrará en junio en Suiza, de la que Rusia ha dicho que no tiene interés en participar si no se toman en cuenta sus intereses.
Christian Nader, historiador mexicano de la Escuela Nacional de Antropología e Historia de la UNAM, señala a Sputnik que el acuerdo buscaría crear una «infraestructura militar la para producción de armamento que ayude a restaurar el complejo militar industrial ucraniano, que está hecho pedazos».
«Buscan recurrir, como lo han hecho desde hace 10 años, a mercenarios multinacionales e incluso, como dijo Macron hace unos días, que también están dispuestos a enviar tropas regulares de la OTAN, lo cual sería una agresión directa por parte del organismo supranacional francés en contra de Rusia», señala.
Alargar el conflicto lo más que se pueda
Para Nader, lo que intenta hacer Zelenski es alargar el conflicto lo más que se pueda para comprometer a Washington y obligarlo a que empiece a enviar cada vez más recursos financieros y militares durante la siguiente década. Recientemente, el país norteamericano aprobó un paquete de ayuda para Kiev por 61.000 millones de dólares tras meses de rencillas internas en el Congreso entre demócratas y republicanos.
«[Ucrania desea] convertir este conflicto en un escenario de empantanamiento», asegura el especialista en geopolítica de Europa del Este.
«Rusia sabe perfectamente cómo se está moviendo el Ejército ucraniano. Una exhibición de lo patéticas que resultan a veces las estrategias de Washington y de la OTAN es que recientemente [los rusos] se están llevando el armamento occidental que capturan en el frente a Moscú en señal de trofeo», sostiene.
«Aunque sea un plan a 10 años, yo no le veo ningún futuro y creo que es una salida, un plan D por parte de Zelenski, quien está totalmente atrapado en una encrucijada «Estamos debatiendo los fundamentos específicos de nuestra seguridad y cooperación. También estamos trabajando en la fijación de niveles específicos de apoyo para este año y para los próximos 10 años, incluyendo apoyo armado, financiero, político y producción conjunto de armas», afirmó el mandatario ucraniano en un mensaje a la población. sabe perfectamente que la derrota ucraniana está prácticamente a la vuelta de la esquina», añadió.
La visión de un gobierno dislocado
Para Carlos Manuel López Alvarado, internacionalista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un eventual acuerdo obedece única y exclusivamente a la visión «dislocada» que tiene Estados Unidos sobre su papel en el mundo.
«Se sigue creyendo en Estados Unidos que el mundo es unipolar, cuando realmente nunca lo fue. Siempre han existido esas otras expresiones que han confrontado la visión hegemónica occidental», observa el experto.
Según el especialista, Washington actualmente es «un animal herido y en decadencia», cuya visión no obedece a las necesidades reales de la comunidad global.
Tanto López Almejo como López Alvarado coinciden en que el eventual acuerdo a largo plazo exhibe a Zelenski como un «títere» de Estados Unidos, sobre todo de Biden, quien trata de sacar rédito político del asunto ucraniano antes de las elecciones del próximo 5 de noviembre.