La renuncia que no fue: los coletazos del plazo en el que Sánchez puso en vilo a España

Su permanencia en el cargo, sin más anuncios, provocó decepción y la exigencia de la toma de medidas.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, provocó la semana pasada un impasse en la política de ese país que no había tenido precedentes hasta la fecha.

A través de una carta a la ciudadanía anunció que se tomaba un periodo de cinco días para reflexionar sobre si debía permanecer o no en el cargo. El lunes, en una comparecencia pública en La Moncloa, informó de su decisión: la de continuar, «con más fuerza si cabe».

Si bien el anuncio de su parón inicial creó un gran desconcierto y provocó un cierre de filas en torno a él en el espectro progresista, la resolución de esta crisis política ha sido menos entendida por los partidos que apoyaron su investidura.

Se esperaba alguna decisión de calado, barajándose principalmente tres opciones: la presentación de una moción de confianza, la convocatoria de elecciones anticipadas para este verano o la dimisión. Ninguna de estas tres fue acertada y Sánchez informó simplemente de su continuidad.

¿Cuáles fueron los motivos del parón de Sánchez?

Sánchez explicó los motivos que le llevaban a tomar la decisión de cancelar su agenda pública durante cinco días enmarcándolos en la esfera personal. Denunció el acoso contra él y su esposa, Begoña Gómez, y aseguró que los ataques provenían de medios de la esfera de la ultraderecha.

Además, señaló como «colaboradores necesarios» al presidente del principal partido de la oposición, el Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, y al presidente del partido de ultraderecha Vox, Santiago Abascal.

Sin embargo, desde sectores de la oposición se ha señalado que la motivación de esta acción podría ser estratégica, con la vista puesta en aunar apoyos de cara a las elecciones que se celebrarán en Cataluña el próximo 12 de mayo y a las posteriores al Parlamento Europeo de junio.

¿Cómo han reaccionado sus socios parlamentarios?

Los socios parlamentarios del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han sido críticos con la resolución de esta crisis. Desde Sumar, la formación socia de Gobierno del PSOE, encabezada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo Yolanda Díaz, se ha pedido que se tomen medidas para acabar con las problemáticas de fondo.

Díaz exige pasar de la reflexión a plantear medidas legislativas concretas para reformar el Poder judicial y acabar con la difusión de bulos de manera premeditada en los medios.

También muy críticos han sido desde Podemos, antes integrados en Sumar y actualmente en el grupo parlamentario mixto.

La exministra de Igualdad y diputada, Irene Montero, dijo el lunes: «Después de cinco días de reflexión, de poner al país cinco días a pensar, el resultado es que el presidente se queda y el ‘lawfare’ también se queda. El peligro de una derecha judicial mediática política golpista también sigue aquí».

¿Cómo ha reaccionado la oposición?

Desde el PP y Vox se han renovado los ataques al Gobierno. Núñez Feijóo sostuvo que Sánchez «no acepta la discrepancia», y que lo vivido desde la semana pasada no fue más de una «escenificación» del presidente.

«No quiere oposición, no quiere justicia, no quiere medios de comunicación, solo se quiere asimismo», afirmó durante una comparecencia.

Un tono mucho más duro utilizó el líder ultraderechista Santiago Abascal, sosteniendo que lo peor de Sánchez está por llegar. De hecho, sostuvo que la comparecencia del presidente era «una amenaza a todo disidente».

Calificó al parón de cinco días de «teatro burdo, indignante y victimista», que ha llevado a «un bochorno internacional de dimensiones y consecuencias incalculables». Asimismo, consideró que la decisión de Sánchez es una «continuación de su golpe contra la unidad, la convivencia, el Estado de Derecho, la separación de poderes y la libertad de prensa».

¿Qué opinan los españoles?

Tras la publicación de la carta de Sánchez en la que anunciaba su período de reflexión el Centro de Investigaciones Sociológicas lanzó una encuesta flash para preguntar a la ciudadanía por esta situación.

El sondeo, con una muestra de 1.809 entrevistas, arrojó una estimación de voto para los socialistas del 38,6 % (obtuvo un 31,7 % en las generales del pasado julio) y para los populares del 29,2 % (cuatro puntos menos de lo obtenido en julio), lo que significa un vuelco con respecto a encuestas previas: a principios de abril el CIS situaba al PP un punto por encima del PSOE.

Además, un 43,1 % apoyaba el parón anunciado por Sánchez, mientras que el 44,6 % se mostraba contrario. Sobre la decisión que debía tomar un 36,7 % apostaba por su continuidad, un 23,6 % por la convocatoria de elecciones y un 20,9 % creía que debía dimitir.

¿Y a partir de ahora qué?

Sánchez afirmó este lunes que lo sucedido suponía un «punto y aparte». Se espera que a partir de ahora se tomen medidas en ámbitos relacionados con la justicia y con los medios de comunicación, acciones que son ampliamente reclamadas por las formaciones socias parlamentarias del Gobierno.

En el punto de mira está la difusión de ‘fake news’ o bulos, como parte de campañas mediáticas para atacar a rivales políticos. Entre las medidas que se exigen es la de avanzar en algún tipo de legislación sobre la transparencia en los medios que obligue a dar a conocer su financiación pública y el número de su audiencia.

La otra cuestión principal está relacionada con lo que se denomina ‘lawfare’, es decir, la utilización de la justicia de manera espuria para atacar a adversarios ideológicos. En este campo se exige la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), órgano de gobierno de los jueces, que lleva más de cinco años con el mandato caducado, con una composición elegida por la mayoría absoluta que tenía el Partido Popular del entonces presidente Mariano Rajoy en 2013.

Asimismo, se esperan medidas para rebajar el tono de la confrontación política, el uso del insulto grueso, de acusaciones infundadas y de declaraciones que pongan en tela de juicio o deslegitimen el papel de las instituciones públicas.

Por su parte, Sánchez, en una entrevista en la televisión pública, anoche afirmó que está seguro que el acoso contra él se va a redoblar, pero que aún así está dispuesto a agotar los tres años que quedan de legislatura y a presentarse a los siguientes comicios para revalidar el cargo.

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