Estados Unidos amenaza a la Corte Penal Internacional por una posible orden de arresto contra Netanyahu

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó la posible emisión de la orden de «vergonzosa» e «ilegal», instando a la Casa Blanca a que «utilice todas las herramientas disponibles para impedir esta abominación».

Congresistas estadounidenses de ambos partidos han advertido a la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, de que la emisión de una orden de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y otros funcionarios israelíes, provocaría represalias por parte de Washington, informa Axios.

En medio de los informes de que en los últimos días Netanyahu intentó conseguir que el presidente de EE.UU., Joe Biden, presionara a la CPI para que no lo permitiera, la Casa Blanca declinó hacer comentarios al respecto. Al mismo tiempo, afirmó que la CPI no tiene jurisdicción en esta situación y no apoyamos su investigación».

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó la posible emisión de la orden de «vergonzosa» e «ilegal». En este contexto, instó a la Casa Blanca a que «exija inmediatamente e inequívocamente a la CPI que se retracte y utilice todas las herramientas disponibles para impedir esta abominación».

Mientras tanto, se informa que se está elaborando legislación sobre la respuesta a cualquier orden judicial. El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara baja del Congreso estadounidense, Michael McCaul, afirmó que espera la aprobación del proyecto de ley para sancionar a los funcionarios de la CPI que participen en las investigaciones contra EE.UU. y sus aliados. «Sé que el Congreso garantizará consecuencias para una decisión tan absurda», señaló el congresista Brad Sherman.

Al mismo tiempo, hay quienes se oponen a esta iniciativa. La congresista demócrata Pramila Jayapal declaró que la CPI es «un organismo independiente y tiene que seguir haciendo lo que tiene que hacer». A su vez, Mark Pocan, miembro de la Cámara de Representantes, subrayó que «no es asunto del Congreso [de EE.UU.] decirles lo que tienen que hacer».

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