El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha lanzado duras críticas al Gobierno británico

El plan del Reino Unido de deportar a migrantes ilegales a Ruanda generó duras críticas de los defensores de derechos humanos.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha lanzado duras críticas al Gobierno británico por buscar expulsar a migrantes ilegales a Ruanda, una medida que calificó de «geopolítica del cinismo» que «traiciona» los valores europeos, «construirá nuevas dependencias y resultará totalmente ineficaz».

«Tampoco creo en el modelo que se nos propone hoy, que consistirá en encontrar terceros países en el continente africano o en otros lugares para escoltar a las personas que han llegado ilegalmente a nuestro suelo y que no proceden de estos mismos países», declaró Macron este jueves durante un discurso en la Universidad de La Sorbona.

El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, respondió a las críticas del mandatario francés. «No estamos de acuerdo. Creemos que nuestro planteamiento es el correcto», afirmó su portavoz en declaraciones recogidas por The Telegraph.

«Para acabar con el modelo del negocio de las pandillas criminales, necesitamos un fuerte elemento disuasorio. Necesitamos dejar claro que si vienes en un barco pequeño no podrás quedarte. Así es como romperemos ese modelo de negocio. Y, de hecho, hemos visto a otros socios y otros países de todo el mundo estudiar opciones similares», comentó la vocera de Sunak.

  • La política de enviar solicitantes de asilo a Ruanda, impulsada por la exministra británica del Interior Priti Patel, de raíces indias, ha sido calificada por los críticos como vergonzosa y una de las más perniciosas en la historia reciente del gobernante Partido Conservador.
  • El acuerdo anterior con el país africano fue calificado por grupos de derechos humanos como ilegal e inhumano, ya que pretendía enviar a la gente a un lugar en el que no quieren vivir y que, además, tiene un cuestionable historial respecto a los derechos humanos. La agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, estima que Ruanda no tiene los «componentes mínimos» de un «sistema de asilo accesible, confiable, justo y eficiente».

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