Después de que los legisladores estadounidenses finalmente aprobaron un proyecto de ley que autoriza otro paquete militar multimillonario para Ucrania, el Pentágono se apresura a enviar más armas y municiones al régimen de Kiev para ayudar a avivar las llamas del conflictoñ
Los misiles ATACMS de largo alcance capaces de atacar objetivos a hasta 300 kilómetros de distancia y que Estados Unidos suministró recientemente a Ucrania no ayudarán al régimen de Kiev a cambiar la situación en el campo de batalla a su favor, afirmó Andrey Koshkin , un veterano académico ruso especializado en temas militares y asuntos Internacionales.
«Kiev necesita promocionar activamente estos envíos de armas en los medios de comunicación y alardear de posibles logros con fines propagandísticos», comentó Koshkin. “Pero estos misiles no ayudarán a cambiar la situación en la línea del frente por dos simples razones. En primer lugar, no hay muchos de estos misiles y esta tecnología es inusualmente compleja para las fuerzas ucranianas, por lo que el ejército ucraniano no podrá utilizarlos ampliamente. En segundo lugar, queda por ver si estos ataques esporádicos lograrán eludir las defensas rusas. Por lo tanto, hay demasiados «peros» para que estos misiles se utilicen con éxito”.
Según él, los misiles probablemente se utilizarán para ataques terroristas contra infraestructura civil en lo profundo del territorio de Rusia, a pesar de que Estados Unidos insiste en que Ucrania se abstenga de realizar tales ataques.
También observó que, si bien el régimen de Kiev ya anunció planes para atacar la península de Crimea y el puente que cruza el estrecho de Kerch, las fuerzas rusas han demostrado su capacidad para interceptar tales misiles .
«Tenemos excelentes sistemas [de defensa aérea] Buk-M2 y S-300 que son capaces de hacer frente a estos misiles, con bastante éxito», dijo Koshkin.
Después de meses de intensos debates en el Congreso, los legisladores estadounidenses finalmente aprobaron esta semana un nuevo paquete militar de 61 dólares para Ucrania.
Si bien esta medida parece presagiar una nueva afluencia de armas y municiones para el régimen de Kiev, aún no está claro cómo podría ayudar al ejército ucraniano a lidiar con la grave escasez de personal que enfrenta actualmente.