Los ATACMS de largo alcance ya están en Ucrania: qué se sabe de estos misiles de Estados Unidos

La Casa Blanca confirmó que ya ha entregado una «cantidad significativa» de misiles ATACMS a Kiev.

EE.UU. suministró sigilosamente a Ucrania la semana pasada los misiles balísticos ATACMS después de que el presidente Joe Biden aprobara en secreto a mediados de febrero el envío de más de 100 de estos misiles que tienen un alcance de hasta 300 kilómetros, informa The New York Times con referencia a un alto funcionario estadounidense.

Los militares ucranianos ya habrían usado varias unidades de esta arma el 17 de abril en los ataques contra las posiciones rusas en la ciudad portuaria de Berdiansk y un aeródromo en Crimea, según la fuente. El nuevo lote de los ATACMS y sus respectivas municiones de racimo formaban parte de un paquete de 300 millones de dólares en ayuda militar a Kiev aprobado por Biden en marzo, agregó.

La entrega se realizó en secreto «para evitar alertar a los rusos», indica el periódico. La agencia Reuters citando a un funcionario estadounidense anónimo también reportó sobre la entrega sigilosa de dichos misiles balísticos a Ucrania.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, confirmó el miércoles que en marzo se envió a Kiev una «cantidad significativa» de ATACMS en cumplimiento de la orden emitida en febrero por Biden. «Esos misiles han llegado a Ucrania«, dijo.

Estos informes plantean preguntas de cómo podría influir la entrega de esta arma en la balanza de fuerzas en el conflicto de Kiev con Moscú.

Características técnicas

La versión básica del misil MGM-140A ATACMS Block 1 está compuesta de:

  • un sistema de control en la parte frontal
  • una ojiva de racimo
  • un motor de propulsor sólido
  • timones aerodinámicos

Su ojiva M39 contiene aproximadamente 950 submuniciones M74, cuyos fragmentos pueden dañar o destruir vehículos ligeramente blindados, vehículos de transporte, otro equipo y personal militar en un radio de 15 metros.

Esta versión del ATACMS vuela hacia el blanco por una trayectoria semibalística y tiene un alcance de hasta 165 kilómetros. Los misiles son disparados por un sistema de lanzamiento múltiple M270 MLRS sobre orugas o un sistema de artillería de cohetes de largo alcance y alta movilidad M142 HIMARS.

En 1998 fue presentada una versión mejorada del misil: MGM-140B ATACMS Block 1A. Se distingue por un mayor alcance de hasta 300 km. Para lograrlo, el fabricante estadounidense Lockheed Martin redujo el número de submuniciones M74 a 275-300, mientras que el sistema de control se complementó con el subsistema satelital NAVSTAR, lo que permitió aumentar su precisión.

Además, con base en la versión mejorada fue desarrollado el misil Block IA Unitary con una ojiva unitaria de fragmentación altamente explosiva que pesa 227 kilogramos. Luego se estrenaron las versiones más modernas de esta familia de misiles: el MGM-164 ATACMS 2000 y el ATACMS 2000 MOD.

La producción de los ATACMS finalizó en 2007. El número total de misiles de diversas modificaciones ascendió a 3.700 unidades. Precisamente la cantidad limitada podría haber sido la razón por la que EE.UU. no se apresuró a entregarlos, señala The New York Times. Washington ha tomado la decisión de no vender los misiles a terceros países, entregar una parte a Ucrania y quedarse con el resto, lo que alivió las preocupaciones del Pentágono sobre la escasez de sus propias reservas.

¿Pueden ser interceptados?

Ucrania utilizó por primera vez los misiles ATACMS, con un alcance de 165 kilómetros, contra las tropas rusas el pasado 17 de octubre en la provincia de Zaporozhie. Después de pocos días, los sistemas antiaéreos de Rusia lograron interceptar dos de estos misiles, más tarde otros cuatro en una sola jornada y en diciembre pasado destruyeron sobre el mar de Azov otro ATACMS que se dirigía hacia el puente de Crimea.

En este contexto, la revista británica The Spectator informa que «los misiles ATACMS por sí solos no cambiarán el juego en Ucrania», ya que «la mayoría de los ATACMS parecen haber sido interceptados, engañados o no dieron en el blanco«.

Los militares rusos estudian los restos de los misiles y municiones que quedan en el lugar del impacto, aprenden a contrarrestarlos y establecen nuevos algoritmos operativos y métodos de contraataque. El analista militar Víktor Litovkin explicó en una entrevista con el medio ruso Izvéstiya que los sistemas de defensa aérea rusos, incluidos los Tor, Buk y S-400, «ya encontraron la clave de cómo derribar estos misiles» de fabricación estadounidense. Los medios de guerra electrónica también pueden utilizarse contra esta arma, agregó.

En este sentido, la revista estadounidense Foreign Affairs indicó que «todas las armas tienen contramedidas, y los rusos ya han demostrado ser expertos en contrarrestar la guía GPS que utilizan los ATACMS para alcanzar sus objetivos».

Por su parte, el vocero presidencial ruso, Dmitri Peskov, declaró este jueves que la entrega secreta de los ATACMS a Kiev no cambiará el resultado de la operación militar especial de Rusia en Ucrania. «Lograremos nuestros objetivos. Pero esto [el suministro de los ATACMS] causará más problemas a la propia Ucrania», aseveró.

 

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